Estado "chupasangre": ni los nietos del hombre más rico se salvan de este impuesto

Sería a partir de los altos impuestos que se deben abonar en concepto de impuestos a la herencia.

Los nietos de Jeff Bezos, CEO de Amazon respiran aliviados. O lo harán. ¿Por qué? Básicamente porque no nacieron en Japón.

Allí, podrían perder rápidamente la fortuna de su abuelo, uno de los hombres más ricos del mundo, a raíz del sistema impositivo que rige en el país nipón, donde las familias más ricas suelen perder su riqueza en tres generaciones.

En una exposición ante el Foro Económico Mundial, Yuriko Koike, gobernadora de Tokio, precisó que “nuestro sistema impositivo dificulta la acumulación de capital a lo largo de generaciones, uno de los motores de la desigualdad .

Japón aplica de forma impositiva la estrategia más firme y fuerte para evitar la concentración de riqueza aunque sin desalentar  la acumulación de capital.

Entre los países desarrollados, el país nipón baja en esa estrategia buena parte de su apuntalamiento económico.

 Jeffrey Preston Bezos es un empresario, inversionista y filántropo de tecnología estadounidense. Él es mejor conocido como el fundador, presidente y CEO de Amazon. Bezos nació en Albuquerque, Nuevo México y se crió en Houston, Texas

Actualmente, el salario medio de los principales ejecutivos de las empresas japonesas posee una relación de 1 a 10 respecto a sus pares de empresas estadounidenses.

Sin embargo, esto no siempre fue así. La distribución del ingreso en Japón era significativamente desigual antes de la Segunda Guerra Mundial.

Por aquel entonces, la economía japonesa era liderada por la “camarilla financiera o “zaibatsu .

Las fuerzas estadounidenses ordenaron al gobierno japonés una amplia reforma agraria y un sistema de importantes impuestos a la riqueza y a los altos ingresos. ¿Por qué? Los norteamericanos vieron en esa “camarilla financiera una posible amenaza al resugimiento militar de ese país.

Por ejemplo, el impuesto a la herencia alcanzaba el 70% en los años 80 para aquellos japoneses que poseían una fortuna que superaba los US$ 500 millones.

Con el correr del tiempo, la tasa se ajustó y, actualmente, ronda el 55% el impuesto a la herencia y a los altos ingresos.

Pero hay algo más. Estas fuertes cargas impositivas para las personas que mayor dinero poseen pueden ser vistas también como la eterna búsqueda del equilibrio por parte de la cultura japonesa.

Más allá de todo, hoy se percibe una disparidad de ingresos creciente en varios distritos de Tokio, originada en parte por el colapso de la burbuja de precios en los 90.

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