Stefan Ries: "La era digital no es el enemigo"

Fiel a la cultura germana, Stefan Ries, que es Director de Recursos Humanos (CHRO) y Director de Relaciones Laborales de SAP a escala global estaba listo para la entrevista a la hora pautada. Su visita no es un viaje de negocios cualquiera sino que marca un hito: se trata de la primera vez que él visita el país, y para la filial local es un evento importante ya que se cuentan con los dedos de la mano las veces que los miembros de la Junta Ejecutiva de SAP se toman un avión para venir a la Argentina.

- La compañía cuenta con 88.500 empleados en todo el mundo, ¿cuál es su principal desafío como CHRO?  

Uno de nuestros principales retos es seguir siendo una buena opción para los empleados. Por eso nos enfocamos en atraer y retener a los colaboradores. Esto es así ya que en empresas como la nuestra lo más importante son las personas, porque son ellas las que generan innovación. Por ejemplo, los Millennials se fijan mucho en cuál es el propósito de la empresa en la cual trabajan y qué impacto generan en la sociedad en la que vivimos.  

- Usted se enfocó en los Millennials, pero se dice que las empresas más innovadoras deben ser inclusivas y abiertas a la diversidad. ¿Qué opina al respecto?   

Coincido. De hecho, y retomando la pregunta anterior, la diversidad y la inclusión generan impacto social. En este sentido, fuimos la primera multinacional de tecnología en recibir el certificado mundial EDGE (Beneficios Económicos de la Igualdad de Género, por sus siglas en inglés), que reconoce su compromiso y acciones globales para lograr y mantener la igualdad y la diversidad de género en el lugar de trabajo. Esta certificación del Foro Económico Mundial requiere la inclusión del 80% de los países de una organización.

- ¿Cómo gestionan ustedes la diversidad que manifiestan tener en sus oficinas?  

Con una palabra: confianza. Las personas pueden "salir del closet" con facilidad cuando confían en su gerente y en la compañía. Nosotros no discriminamos a nadie porque como firma de origen alemán hemos aprendido que eso nunca puede ser positivo. En Berlín, por ejemplo, empleados del colectivo LGBT nos plantearon como problema la señalética del baño, ya que no se sentían representados con los carteles de hombre y mujer. A partir de este comentario incorporamos otro cartel. De todas formas, y según la cultura de la empresa, a nadie le debería importar quien está adentro del baño.

- Partiendo de la premisa que la transformación digital de las organizaciones tienen más que ver con la cultura de la empresa que con la incorporación de tecnología, ¿qué consejo le daría usted a un colega argentino para liderar y gestionar el cambio cultural?    

Que no mire a la era digital como a un enemigo. Cuando uno analiza la historia, en las revoluciones industriales las personas le temían a las próximas innovaciones tecnológicas. Por otra parte, siempre existió evolución tecnológica, de forma tal que no hay nada que temer. Si hablamos de automatización y robotización, muchos desconfían de los robots, puesto que se dice que éstos reemplazarán a los humanos en el trabajo, pero esta creencia es una locura ya que si bien están desapareciendo muchos puestos, son más los que se están creando.

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