Talle 8

Una plataforma de e-commerce busca destronar a las ferias americanas

Dos emprendedores crearon Ropanroll, un sitio que compra ropa usada pero certificando su calidad. Cómo funciona.  




Las ferias americanas tienen lugar en plazas, patios de iglesias y galpones acondicionados. En Internet, el e-commerce se abrió lugar y muchos sitios apuntan a la venta de ropa. Sin embargo, dos emprendedores decidieron apostar por el negocio del re e-commerce, es decir, la venta de ropa usada por Internet pero certificando su calidad y estado.

Así, Juan Pablo Gonzalez y Diego Hagman fundaron Ropanroll, plataforma de e-commerce que lleva a Internet la feria americana pero asegurándose de que las prendas estén aptas para volver a usarse.

“Hace más de un año, empezamos a hacer un brainstorming de posibles negocios y vimos que había una posibilidad de emprender en torno al re e-commerce, con ropa usada certificada”, explica, en diálogo con Infotechnology.com, Juan Pablo Gonzalez, uno de los co-fundadores.

Al ataque. Juan Pablo González y Diego Hagman, los emprendedores detrás de Ropanroll. Foto: Prensa Ropanroll. 

Su modelo de negocio apunta a vender un 40 ó 50 por ciento por debajo del precio de mercado. Para ello, González destaca que “monitorean los precios de mercado” de las marcas líderes.

Al estar dando los primeros pasos en este segmento, decidieron enfocarse en ropa para niños, así que ponen los ojos sobre los precios de Cheeky, Mimo y Grisino. “Hay marcas líderes, los tomamos como referencia y tenemos un coeficiente para el resto de las marcas. Además, sabemos qué marcas son más caras que otras en algunos segmentos”, dice González.

El desarrollo de Ropanroll –nacido en 2013- implicó una inversión inicial de $ 40 mil y esperan que 2014 resulte con una facturación de $ 320 mil. Además, su proyecto recibió el reconocimiento del concurso Emprende BA, que los premió con $ 50 mil.

¿Cómo funciona? El usuario interesado en vender ropa usada ingresa a la plataforma y llena un formulario on line con sus datos. A los pocos días recibe en su domicilio un sobre con una bolsa de plástico plegada en su interior con una faja de seguridad, un instructivo y una grilla para completar por duplicado. El vendedor deberá llenar la bolsa con las prendas que ofrece, avisarle a los emprendedores y esperar a que pase el correo –una empresa privada- a buscar el pedido.

En el depósito de Ropanroll, dos madres (las encargadas de comprobar la calidad) verifican el estado de la ropa. Allí se deciden cuántas prendas se comprarán, se le acerca el precio al vendedor y se le paga por mercado pago (a eso se le descuenta el costo del correo). Si hay prendas que no estuvieron aptas para la compra, se le devuelven al usuario.

Hasta ahora, los emprendedores trabajan hasta el talle 8 (niños de 6 años) y en el futuro esperan ampliar su margen de edad.

Mientras tanto, quienes busquen ropa usada podrán ir a la famosa feria americana o, por qué no, buscar en Internet, donde dos emprendedores quieren destronarlas.

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