"Bueno, bonito y barato": el tipo de cambio afecta a la industria del software

La devaluación del peso hizo que el costo argentino baje. El lado negativo: la dificultad para retener el talento y el aumento de la informalidad.

El profesional argentino en sistemas, ciencias y tecnologías es "bueno, bonito y barato" por el impacto de la devaluación del peso en los salarios, más las opciones de trabajo en línea para empresas del exterior, consideraron diferentes empresarios del sector. 

Desde la firma de consultoría informática Everis, su CEO Pablo Pereira dijo a la Agencia Télam que la empresa incrementó su planta de profesionales de 470 a fines de 2017 a 600 empleados al cierre del año pasado. 

"Vamos a seguir tomando gente, chicos que quieran hacer carrera en tecnología, tenemos proyectos suficientes, incluso de exportación", entre los que se cuentas desarrollos y servicios para banca e industria de España y los Estados Unidos. 

La previsión para 2019 es "incrementar la planta permanente en Buenos Aires y quizás necesitemos gente en las locaciones del interior", como Tucumán y Mendoza. 

Respecto de las dificultades para encontrar personal capacitado, indicó que "la demanda es superior a la oferta, no sólo en el rubro tecnológico, todo lo que es ciencias duras o ingenierías": 

Para Pereira, "la devaluación del peso hizo que el costo argentino baje y por eso el profesional argentino es ahora bueno, bonito y barato". 

También el COO de Farady Security, Martín Tartarelli. dijo que el profesional argentino es "bueno, bonito y barato pero sólo para empresas de afuera". 

Las "multinacionales requieren de muchos talentos y ponen sueldos muy competitivos; eso hace difícil retener talentos en el contexto local", agregó

"Por otro lado, existen empresas con base en Estados Unidos que brindan sueldos dolarizados a empleados de acá haciendo mas complejo el escenario" comentó. 

Para el titular del Polo IT Buenos Aires, José María Louzao Andrade, "el impacto de la devaluación en el capital humano en un contexto recesivo es que las empresas que producen para el mercado interno no pueden retener sus recursos más calificados"

Louzao, además titular de la empresa G&L, remarcó que "más del 10% de los recursos trabajan en modo free lance para el exterior y cobran vía tarjetas o plataformas de pago" lo que lleva a una "desfinanciación de los sistemas solidarios". 

Precisó que estos recursos "cobran de 20 a 30 dólares la hora o sea su salario de bolsillo es de $120.000 a $180.000". De seguir el ritmo actual "el riesgo es cada vez mayor concentración e informalidad", sentenció. 

"Los argentinos cuentan con un perfil de habilidades que los hacen muy atractivos para las organizaciones de diversas culturas" señaló por su parte el director de Professionals de Randstad Argentina, Alejandro Servide. 

No señaló habilidades técnicas sino otras como "versatilidad, capacidad para la toma de decisiones, creatividad en las soluciones propuestas, manejo de situaciones complejas, buena respuesta en entornos de alta exigencia y, especialmente, su adaptabilidad ante situaciones de crisis". 

Según Servide, "el argentino es un resiliente por naturaleza y es buscado como "emergentólogo" a la hora de operar en contextos inciertos".

Precisó que la migración hoy está liderada por "el segmento de jóvenes profesionales, personas de entre 25 y 30 años, generalmente sin hijos", tentados por propuestas del exterior que "combinan el desarrollo de carrera con un salario superador en moneda fuerte, y muchas con un acompañamiento en términos de vivienda, auto, plan de salud, entre otros beneficios".

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