Apple debe decidir si es momento de mirar más allá del iPhone

A los inversores les preocupa el futuro de la compañía, justo cuando siente el impacto de la desaceleración en las ventas de smartphones. 

El CEO de Apple había recibido algunas malas noticias.

"Al igual que otros de nuestra industria, estamos experimentando una desaceleración en las ventas este trimestre," le dijo a los inversores cuando las ventas de Apple fueron 10% inferiores a las proyectadas.

Pero luego agregó: "Tenemos en desarrollo algunos productos nuevos increíbles, por lo que estoy entusiasmado con el año que tenemos por delante".

Eso fue en 2002, y Steve Jobs lanzó el iPod menos de un año antes. En aquel entonces, Apple se embarcaba en una extraordinaria ola de innovaciones que culminaría con uno de sus productos de consumo masivo más lucrativos de todos los tiempos": el iPhone.

Pero la semana pasada, después de que el sucesor de Jobs, Tim Cook, emitió una advertencia similar, los inversores se preguntan qué podría venir después del inmenso éxito que ha sido el iPhone.

La carta de 1400 palabras que Cook envió a los inversores contenía mayormente excusas pero ninguna promesa concisa de un inminente retorno, tal como declaró Jobs en 72 palabras hace 16 años, la última vez que Apple lanzó tal bomba en medio de un trimestre.

"Confiamos y estamos entusiasmados con los productos y servicios nuevos que se vienen," escribió Cook. "Apple innova como ninguna otra compañía en la Tierra, y no vamos a sacar el pie del acelerador", agregó.

La manera en que Cook y su equipo respondan a la actual crisis del iPhone revelará exactamente en qué clase de negocio se está convirtiendo Apple mientras se cerca a su 43º aniversario.

¿La compañía que contrató a ex presidentes de Burberry y Yves Saint Laurent es realmente una marca de moda, que vende lujo accesible pero se somete a los antojos de consumidores caprichosos? ¿Puede convertir su negocio de servicios que generó ingresos por u$s 10.800 millones en el último trimestre en un nuevo motor de crecimiento mediante una transformación similar a la que permitió a Microsoft desplazar a Apple como la compañía con mayor valuación del mundo?

¿O es sólo otra compañía de hardware como Nokia o BlackBerry, tal como hace tanto predicen los detractores?

"Éste va a hacer un momento decisivo para Tim Cook como CEO", dijo Michael Gartenberg, ex director de marketing de Apple que ahora trabaja como analista independiente del sector tecnológico. "Es fácil ser CEO de Apple cuando todo va bien y funciona a todo vapor. Ahora sí realmente se pone a prueba la capacidad de Tim Cook", agregó.

Cambios en el mercado

La explosión de las puntocom se convirtió en un período rentable para Apple gracias al iPod y, desde 2003, gracias a la Tienda iTunes. Eso éxitos alimentaron el desarrollo del iPhone, que también se lanzó durante una crisis económica en 2007.

"En los casos de recesión mundial, Apple se mostró muy resiliente", dijo un ex manager que trabajó mucho tiempo en Apple. Pero agregó que las advertencias de la semana pasada de todos modos marcaron un "enorme cambio" en un momento en que el mercado se prepara para su primera caída global.

Pese a que muchos proveedores de Apple advertían que habían bajado los pedidos y a que la demanda de smartphones ha disminuido, "parece que Apple no prestaba atención", dijo el ex gerente. "Lo que me sorprendía más era que no se hayan anticipado a esto".

Si bien Cook y sus segundos Phil Schiller y Eddy Cue ya han atravesado anteriores buenos y malos momentos de Apple, –Cook llegó a la compañía hace dos décadas–, la gran mayoría de los empleados rasos de la tecnológica, al igual que la mitad de su equipo ejecutivo, sólo han vivido el vertiginoso crecimiento de la era iPhone.

Antes del lanzamiento del iPhone, Apple tenía 17.787 empleados según las presentaciones regulatorias de fines de 2006. Ahora la dotación es de 132.000, dos veces la plantilla de 2012.

Otro veterano de la compañía dijo que la gran mayoría del personal de Apple "nunca vio un problema o conflicto".

"Steve Jobs solía decir que las recesiones eran excelentes momentos para invertir en investigación y desarrollo (I&D)", agregó. "La mayoría de las compañías recortan costos".

Aún con los ingresos que cayendo cerca de 5% en el crucial trimestre de diciembre, el presupuesto de I&D de Apple siguió subiendo el año pasado; trepó 23% interanual a u$s 14.200 millones, más de dos veces la cifra de 2014.

Algunos de esos recursos van hacia productos de próxima aparición, como autos autónomos, anteojos inteligentes y nuevos servicios de entretenimiento. La compañía hace poco contrató a un ex Tesla, el diseñador Andrew Kim y al productor de realidad virtual Dorian Dargan, que trabajaba en Oculus, lo que recalca sus constantes ambiciones en transporte y computación inmersiva. Se espera el debut de un original servicio de video para competir con Netflix en apenas unos meses. Y la inmensa inversión de Apple en I&D ya produjo nuevos éxitos, como el Apple Watch y los AirPods, cuyas ventas que crecieron 50% en el último trimestre.

Pero llevará tiempo desarrollar cualquier producto nuevo en un negocio tan importante, al menos teniendo en cuenta lo que representan las ventas del iPhone. "Sería bueno ver que aparezca un nuevo producto marca Apple por el que la gente haga fila en las tienda de la compañía varios días antes, pero no parece que haya algo así en el horizonte", dijo Gartenberg.

¿El fin de la "era dorada"?

Tras siete años como CEO, Cook puede acreditarse varios hitos significativos, incluyendo el breve período en que Apple fue la primera compañía valuada en un billón de dólares. Pero no logró que Apple dependa menos del iPhone, lo que se podría decir que refleja una apuesta equivocada a que el smartphone podía generar incluso más ingresos mediante los precios mayores, aún cuando el crecimiento del volumen absoluto se desacelerara.

En febrero de 2015, disfrutando el inmenso éxito del iPhone 6 y el día que se convirtió en la primera compañía estadounidense en superar la capitalización bursátil de u$s 700.000 millones, Cook dijo en una conferencia de inversores de Goldman Sachs: "No creemos en leyes como las leyes de los grandes números".

Pero el "viejo dogma" parece estar alcanzando a Apple, ahora que se esfuerza por convencer a los consumidores de pagar más de u$s 1000 por un nuevo iPhone. Los críticos sostienen que la actual oferta de teléfonos es cara y confusa, con una muy pequeña diferenciación entre el iPhone XR de u$s 750 y el XS de u$s 1000. Sin embargo, bajar abiertamente los precios conlleva el riesgo de perjudicar su imagen de marca premium, y probablemente lleve a la compañía a explorar formas más creativas de promocionar sus aparatos, como suscripciones anuales o hacer paquetes de hardware y suscripciones a servicios como Apple Music.

El temor de los inversores a que Apple nunca pueda encontrar un verdadero sucesor del iPhone el jueves hizo caer sus acciones 10%, su peor desempeño diario en cinco años y dejó a la tecnológica con una valuación de u$s 675.000 millones, menos que Microsoft, Amazon y Alphabet. En cuestión de meses, su capitalización bursátil perdió cerca de u$s 400.000 millones, cifra que supera la valuación total de Facebook.

Algunos analistas hasta comparan la situación de Apple con la de Nokia, el ex líder del mercado móvil que tan golpeado se vio por el éxito de los iPhone.

En un informe publicado el jueves que advierte sobre el "potencial de una mayor reducción" en las estimaciones de ventas de este año, Goldman Sachs señala que Nokia observó "a fines de 2007 un rápido aumento de las tasas de reemplazo" similar a la tendencia que ahora está experimentando Apple con algunos consumidores que retienen sus iPhones durante tres o cuatro años.
 

 

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