EL NDICE CONTINÚA ESTANCADO EN SUS M NIMOS HISTÓRICOS

Dilma no consigue remontar la confianza de consumidores

La inflación en alza y la suba del desempleo preocupa a los brasileños. El 74% de los ciudadanos dijo que destinará el aguinaldo al pago de deudas, reveló un sondeo

La confianza de los consumidores en Brasil se mantiene estancada en sus mínimos históricos desde hace cuatro meses, según un relevamiento privado que vinculó el pesimismo en esa área con las expectativas negativas en la economía y la incertidumbre política, dos variables que el gobierno de Dilma Rousseff no consigue doblegar a pesar de sus esfuerzos.
El Indice de Confianza del Consumidor (ICC) retrocedió 0,8% en octubre ante septiembre y casi 25% frente a igual mes del año pasado, situándose en 75,7 puntos, el nivel más bajo desde 2005, y lejos del promedio histórico de 109,4 puntos, según el informe divulgado ayer por la Fundación Getulio Vargas (FGV).
El sondeo mostró que la evaluación que hacen los consumidores sobre la situación actual retrocedió 2,1%, con un deterioro tanto en el desempeño de la economía en general como las finanzas personales, mientras que en relación a las expectativas se mantuvo estable ante septiembre, pero en su nivel histórico más bajo. Ambos items componen el ICC, que reúne mensualmente informaciones de 2.300 familias brasileñas.
La economía en recesión, con la inflación y el desempleo en ascenso -fueron cerrados mas de 95.000 puestos de trabajo formales en septiembre, según cifras oficiales- están golpeando la renta de los brasileños, y en consecuencia el consumo. Según un estudio de la Asociación de Ejecutivos de Finanzas, 74% de los ciudadanos aseguraron que destinarán el aguinaldo de este año al pago de deudas, en su mayoría contraidas con tarjetas de crédito.
En ese escenario, el mercado volvió a empeorar sus previsiones económicas ayer. La encuesta semanal que divulga el Banco Central (BC) reportó que los analistas financieros creen que el PBI caerá 3,02% este año y se contraerá 1,43% en 2016 (contra el 3% y 1,22% de hace siete días). También se deterioraron los números de inflación, con una proyección de alza de precios anual de 9,85% hasta diciembre, y de 6,22% en 2016, ya cerca del techo de la meta oficial, que es de 6,5% para doce meses.
El mismo BC informó la semana pasada que ya no espera la convergencia de la inflación hacia esa meta el próximo año, como lo venía haciendo, en un cuadro donde presionan el aumento de los precios administrados y la devaluación del real, que ronda el 50% en lo que va del año.
El jefe de Gabinete Jacques Wagner explico ayer que el gobierno necesita revertir las expectativas del mercado apostando a la inversión privada para que el país retome el crecimiento. "Lo que preocupa al gobierno es la inflación y el aumento del desempleo", dijo Wagner al asegurar que Brasil atraviesa "un momento de dificultad en el área fiscal".
El Ejecutivo presentará en los próximos días la nueva cifra de déficit de las cuentas públicas para este año, en el que quedo relegada la aspiración inicial del ministro de Economía, Joaquim Levy, de alcanzar un superávit de 0,7% del PBI. Analistas calculan que el rojo estará entre u$s 12.500 millones y u$s 18.000 millones.
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