Las nuevas tecnologías impulsarán la reforma laboral integral

La introducción de las nuevas tecnologías provocan inexorablemente la reformulación del modelo de relaciones laborales para adaptar el trabajo humano a las nuevas formas de organizar, de realizar y de desarrollar la producción o la investigación sobre la producción de bienes y servicios.

Uno de los pilares del cambio en el mundo del trabajo es el trabajo mismo en el contexto de la robótica, de los sistemas digitalizados, y de las nuevas aplicaciones, como por ejemplo, el proceso de uberización.

En una empresa de fabricación de productos de consumo masivo, se había extendido el riesgo de una dolencia llamada túnel metacarpiano consistente en una neuropatía periférica que ocurre cuando el nervio mediano se comprime dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca. La patología es dolorosa e impide el normal desarrollo del trabajo.

Para evitar el riesgo en la salud, que se había generalizado, la empresa resolvió automatizar y robotizar el sector, que comprendía una trescientas personas. En febrero de este año, se implementó la nueva tecnología, que reemplazó a los trabajadores precitados, por un sistema automático de control de calidad final empaque y depósito, coordinado con la logística de la compañía para distribuir los productos a los clientes. Los trabajadores fueron incorporados a un plan de outplacement, donde la más de la mitad fueron reubicados en otras empresas, y el resto quedó desempleado, e ingresó a un proceso de capacitación con el fin de reconvertirlos en arte, oficio o profesión moderno.

La desaparición de una sección completa atendida por trabajadores, forzó cambios inexorables. Unos se quedan sin trabajo y deben ser protegidos, otros necesitan capacitación y entrenamiento para lograr un nuevo empleo, todos merecen la atención del Gobierno nacional, de los sindicatos y en especial, de las empresas y de las organizaciones.

Si no se toma conciencia de los cambios que se avecinan, impulsados por recuperar la competitividad, y que todos los días producen crisis en las empresas, los resultados pueden ser muy graves para la paz y la construcción del futuro próspero para toda la sociedad.

Existe como fuente del derecho del trabajo los usos y costumbres secundum legem, proepter legem, y contra legem, y a partir de ellos se elaboran los modelos, los arquetipos, que luego toma el legislador, para tratar de ordenar las reglas de conducta de los sujetos a través de la ley en el marco de una sociedad organizada. En estos momentos, un nuevo sistema informático, la incorporación de los procesos de administración general procesados a través de programas informáticos, junto a la robotización y automatización de los procesos, se están generando usos y costumbres al margen de la legislación vigente, que sencillamente no contemplan las nuevas formas de organizar el trabajo ni los nuevos oficios y profesiones que estas nuevas formas demandan.

En ese contexto, las nuevas tecnologías atraviesan la educación vinculada con la salida laboral agregando los componentes específicos en el proceso educativo, el trabajo propiamente dicho con los desafíos de la robótica, la automatización, y de la informática y la digitalización, unido a los desarrollos cotidianos de hardware como de software de las TIC (tecnología de la información y de la comunicación).

La búsqueda de competitividad no tiene límites, y la única forma de enfrentarlos ordenadamente, es a través de una reforma laboral integrada, que esté compuesta por:

1) Cambios en la legislación de fondo que compete al Congreso Nacional (art. 75 inciso 12 de la Constitución Nacional), tanto en la actividad privada como en el Estado;

2) La modernización de los convenios colectivos es responsabilidad de los sindicatos y de las entidades empresarias; 3. Los contratos individuales se están modificando dentro de cada empresa, conforme se van incorporando las nuevas tecnologías;

4) El trabajo no registrado requiere de una campaña integrada de blanqueo, controles eficientes y un sistema de sanciones severo y a la vez sumarísimo, con premios y castigos tangibles y ejemplificadores;

5) La legislación, los procedimientos, y la jurisprudencia deben cambiar sustantivamente su orientación, con el fin de neutralizar la litigiosidad descontrolada que experimentamos hoy, brindando la seguridad jurídica que requieren las circunstancias;

6) La creación de puentes para vincular a los grupos más vulnerables al mercado del trabajo, en la educación regular, en medios de integración, y en incentivos para la facilitación y entrenamiento de los excluidos;

7) La autoridad de aplicación deberá promover el análisis de las reformas, fomentará a través de una convocatoria general la reformulación de los convenios colectivos, deberá liderar el blanqueo y el sistema de control federal del trabajo no registrado, y deberá profundizar los mecanismos de conciliación, mediación y arbitraje de conflictos individuales y colectivos.

Sin una reforma integral la Argentina no saldrá de la trampa del alto costo laboral y de la bajísima productividad que registran la mayoría de las actividades y las empresas.

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