El Papa defendió a la familia tradicional

En lo que se puede interpretar como un retorno del papa Francisco a la ortodoxia de la Iglesia, el Pontífice defendió la indisolubilidad del matrimonio, condenó el divorcio y reiteró que la familia se compone de un hombre y una mujer al abrir ayer en el Vaticano el Sínodo de obispos.
En su homilía reconoció que la Iglesia debe defender los valores tradicionales en un "contexto social y matrimonial bastante difícil".
Y les encomendó a los prelados a "buscar y sanar a las parejas heridas con el aceite de la misericordia", un principio básico de su pontificado.
En su discurso, el papa defendió con tono claro y severo la doctrina sobre la familia y citó textos de sus predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, como guías del debate.
El papa defendió el "amor duradero, fiel recto, fértil, que es cada vez más objeto de burla y considerado anticuado" y asegura que el "suelo de Dios", es "la unión de amor entre hombre y mujer".