Mano a mano

Mitchell Baker de Mozilla: "No estoy convencida de que una Internet abierta vaya a sobrevivir"

 La ex CEO y hoy líder de estrategia de la organización que desarrolla Firefox habla de la necesidad de poder optar por plataformas abiertas y del vínculo con Google y Microsoft. 

 


Cambiamos el mundo en el sentido de que la gente hoy sabe lo que es un navegador, lo puede descargar y puede comparar para saber cuál prefiere. Eso no era así cuando empezamos”, dice Mitchell Baker, chairman de Mozilla Foundation y ex CEO de la organización entre 1999 y 2008. Baker pasó recientemente por la Argentina junto al actual número uno de Mozilla, el ex Sybase Gary Kovacs, donde presentaron junto a Telefónica una nueva plataforma móvil (Open Web Device-OWD), con la que pretenden impulsar la adopción de smartphones a un costo significativamente menor que el de otras plataformas. Boot2Gecko (B2G) es el corazón de esa propuesta: una suerte de sistema operativo Firefox para smartphones basados en HTML5. Mozilla también se ha esforzado en el último tiempo mucho más allá de su navegador, con productos como BrwserID (autenticación), su clásico cliente de correo Thunderbird y Lightning (calendario), entre otros.

Baker es estadounidense, tiene el pelo rojizo como el logo del navegador Firefox —que con algo más del 20 por ciento de participación disputa con Chrome el segundo lugar entre los más usados, detrás del Internet Explorer— y se toma un rato para pensar cada una de sus respuestas. Considerada una de las mujeres más influyentes del mundo de la tecnología, Baker ingresó a Netscape en 1994 y fue responsable de redactar la licencia pública del navegador que desafió al Explorer de Microsoft y que sería adquirido posteriormente por America Online. Durante su estadía en la Argentina, habló con Information Technology.

Desde hace varios años, Mozilla está tratando de transmitir el mensaje de que son mucho más que un navegador (Firefox). ¿Consideran que han podido hacerlo?
Es difícil llegar a la mayor parte de la gente con ese mensaje. Actualmente hay cerca de 500 millones de personas que usan Firefox y no es fácil llegar con un mensaje a toda esa gente. Especialmente, porque es un mensaje abstracto. Por lo tanto, todavía tenemos un largo camino por recorrer para que la gente que usa Firefox conozca qué otros productos ofrecemos. En nuestra historia no hemos hablado mucho sobre nuestra oferta, logros y mejoras en software. Siempre nos preocupó que eso pudiera ser visto como un aviso publicitario y nosotros somos una organización sin fines de lucro. Nos hemos preocupado, sobre todo, porque la gente pueda obtener lo que busca en un navegador de Internet.

Tiempo atrás hubo rumores acerca de que Mozilla podía volverse una compañía pública. ¿Hubo algo de cierto en eso?
No, ni siquiera remotamente. Somos una organización sin fines de lucro y nos mantendremos así. No tenemos acceso al tipo de capital o a las inversiones que puede acceder un Google o un Facebook. No podemos gastar grandes sumas de dinero en publicidad porque no tenemos la posibilidad. En cierta forma eso es una desventaja, porque no tenemos los recursos financieros que tiene nuestra competencia. Como contraparte, el hecho de tener sólo como objetivo la misión que nos propusimos mejora nuestra toma de decisiones. Obviamente, miramos todo el tiempo cosas en las que decimos ¡mirá, podríamos ganar mucho dinero haciendo eso! Pero no tener que pensar en el precio de la acción o en los resultados del próximo trimestre nos permite una libertad de movimiento muy grande. No hay ganancia personal involucrada en eso. Cuando salió Firefox se lo valuó en U$S 2.000 o 3.000 millones… yo tengo integridad, pero si alguien pone ese dinero enfrente mío sería una presión muy grande. Por suerte estamos organizados de una manera tal que los intereses personales no son afectados por los movimientos del mercado.

Buena parte de los ingresos de Mozilla Foundation provienen del acuerdo que tienen con Google por el cual el buscador aparece como predeterminado. ¿Cómo es la relación entre ambas organizaciones en vista de que Google impulsa Chrome, que compite con Firefox?
Establecimos nuestra primera relación con Google en 2004, cinco o seis meses después de que terminamos Firefox. Nos llevó un buen tiempo pensar cómo ambos podíamos funcionar en conjunto. Y teníamos claro desde Mozilla que no íbamos a firmar ninguna relación de negocios o de ingresos que pudiera afectar a nuestros productos. Es algo poco común y por eso por mucho tiempo la gente no lo creía. Hoy sí está claro que Firefox no es un producto de Google. Los escuchamos, pero no hacemos el producto que ellos quieren. Por otro lado, Google compite con muchas compañías con las que tienen negocios en conjunto. Es cierto que nosotros somos diferentes de la mayoría de las compañías, pero Google también es una firma poco convencional y valoro lo que hacen. Así que creo podemos competir intensamente con nuestros browsers y a la vez tener un acuerdo comercial sin que haya un conflicto.

Abiertos y cerrados
Su propuesta de “open web devices” es muy distinta de la que ofrecen plataformas cerradas como Apple. ¿Cree que van a coexistir estas dos visiones sobre la Web?
Creo que los “walled gardens” (jardines amurallados) van a permanecer entre nosotros por un buen tiempo, porque algunos de ellos son muy apreciados por los usuarios. Nuestra idea es crear una opción viable y abierta, no sacar a la gente de los lugares que les gustan, sino proveer una alternativa que sea divertida y enriquecedora. Hay un par de razones para eso: no todos amamos los ambientes cerrados, e inclusive aquellos a los que les gustan, merecen tener una alternativa. Hay gente joven que no ha tenido una sola experiencia con plataformas abiertas. El mundo Microsoft es muy bueno e integrado, es seguro; uno compra una máquina y todo está “seteado” y funciona según lo previsto, todo tiene una gran integración y es eficiente. Apple tiene lo mismo, inclusive más elegante. Pero el punto es que si no hay opciones, no es fácil pensar en cómo pueden ser de diferentes las cosas o cómo pueden mejorar. Uno puede estar feliz de estar compartiendo muchas cosas online pero seguir teniendo control sobre eso. Y tener control implica tener opciones. La Web es la plataforma donde hoy ocurre la innovación y todavía tiene posibilidades inmensas, que se amplían si la tecnología es abierta.

En este contexto ¿sigue teniendo sentido desarrollar y mantener software cliente como Thunderbird?
Creemos que sí, que hay usuarios que todavía lo encuentran útil y que no quieren tener todo en un browser. El concepto de software cliente evoluciona y está en todas las cosas. Aunque mínimo, tiene que haber alguna especie de cliente, algo que pueda tocar al ser humano, una interfaz. Puede ser un browser o algo similar, con botones y cosas con las que interactuamos. Actualmente, se usan un montón de “apps”, pensamos en ellas como aplicaciones de Internet, pero son pequeñas piezas de software cliente. Uso la tecnología que tengo embebida en el browser para correr aplicaciones.

¿Cómo fue la adaptación de Firefox a los móviles?
Es un segmento muy diferente al de PCs. Sí, los móviles son un conjunto muy heterogéneo de tecnologías. Una cosa que hemos aprendido es que para que Firefox trabajase bien en Android debíamos hacer algunos cambios. La nueva versión para Android estará lista en el próximo trimestre y creemos que será un salto de calidad muy importante. Hubo que hacer un gran esfuerzo para trasladar nuestros estándares a un dispositivo móvil, para llevar la Web a ese ambiente. Nuestro proyecto B2G también va en ese sentido: queremos mantener la libertad para el usuario en un ambiente seguro, abierto y con mejores posibilidades para los desarrolladores.

¿Qué impacto tuvo en Mozilla el intento fallido de crear un estándar abierto de video?
Estuvimos trabajando en hacer el video en la Web más flexible y abierto, pero no fuimos exitosos por varias razones: una fue que Google dijo que iba a unirse con su browser pero no lo hizo todavía con Chrome; se involucraron en la creación de un códec abierto pero por alguna razón no hicieron los cambios necesarios en el navegador, por lo que quedamos como el único browser en este proyecto, lo que iba a tener bajo impacto. Tratamos de llevar a la industria a un lugar y no pudimos, entonces debimos retroceder en pos de una buena experiencia del usuario. No quiere decir que hayamos abandonado la idea ni que el juego se haya terminado y no logremos un estándar abierto para video en el futuro.

¿Están trabajando para que Firefox corra sobre Windows 8 y la interfaz Metro, de Microsoft?
Sí, estamos trabajando en el sistema operativo. La verdad es que nos gustaría tener más documentación de parte de Microsoft y con más celeridad, para poder hacer funcionar nuestro producto. No es como en los ’90, cuando fue la última vez que intenté obtener documentación de parte de Microsoft para construir un brower que corriera sobre Windows; en ese entonces eran agresivos e intransigentes. Si bien la actitud actual es distinta, todavía sentimos que requiere un gran esfuerzo conseguir la documentación necesaria de parte de ellos para desarrollar un producto competitivo.

Movimientos
Tuvieron varias salidas de alto perfil en la compañía, como Alex Faaborg (ex diseñador principal, que pasó a Google), el desarrollador Chris Blizzard (fue a Red Hat) y quien fuera líder de Estrategia, Mike Shaver (se fue a Facebook). ¿Se les hace difícil retener a su personal frente a las ofertas de las grandes tecnológicas?
La gente se mueve. Y en la zona del Silicon Valley se mueven mucho más. El personal de Mozilla es muy requerido, pero la cantidad de gente que decide irse es realmente baja. Algunos se han ido y hubiésemos preferido que se quedaran, pero hemos hecho un buen trabajo para que se quedaran muchos otros. No es un problema, porque seguimos por debajo del promedio en una industria que de por sí tiene mucha movilidad.

Mozilla tuvo un rol muy activo en las protestas contra los proyectos de legislación antipiratería en Internet, como en el caso de SOPA. ¿Cómo ven el futuro?
Yo diría que fuimos activos protestando contra la legislación de Internet (risas). Creo que estamos entrando en una era en la que se está incrementando la regulación de manera peligrosa. Nosotros somos parte del sistema de derechos de autor, también los usamos a nuestro modo; ofrecemos nuestros productos gratis pero hemos encontrado a gente tratando de venderlos de manera fraudulenta, por lo que usamos el sistema para proteger a nuestro trabajo y a nuestros usuarios. Pero la legislación de derechos de autor que se ha propuesto es tan desbalanceada que parece que no hubieran evaluado seriamente sus efectos ni analizado correctamente la información disponible. La legislación es increíble en el sentido de que no entiende que Internet es un sistema distinto a la televisión por cable o los medios en papel. Evidentemente, no hemos sido buenos explicando conceptos a los generadores de políticas. No estoy convencida de que una Internet abierta como la conocemos vaya a sobrevivir.

Se formó como abogada y es mujer. ¿Cómo fue su inserción en una industria repleta de ingenieros y hombres?
Creo que abogados e ingenieros tienen bastantes cosas en común. Por lo menos abogados con mi formación, especializados en software. Mi trabajo se trataba más bien de entender un producto y todas las relaciones que harían de ese producto algo exitoso. Cuando se firma un contrato entre dos partes hay que tener bien en claro qué quiere cada parte y qué responsabilidades se toman ante la ley. Mi talento particular siempre estuvo en encontrar el nudo de un problema y hacer que algo funcione, y eso es algo que también les gusta a los ingenieros. En cuanto a que los hombres son mayoría, no lo sé, creo que ayudó el hecho de que fui única hija y de alguna forma me criaron como hija mujer e hijo varón al mismo tiempo.

¿Qué recuerdos tiene del período en que se liberó el código de Netscape como software libre en 1998 hasta cuando fueron despedidos por America Online en 2001?
Veo esos años como una época en que fui muy afortunada de tener al grupo correcto de personas en el momento adecuado. Pasamos de construir un producto open source que Netscape pensaba vender, a un desarrollo open source con un objetivo de activo público. Varios de los que me acompañaron en la decisión de liberar el código de Netscape como open source, posteriormente se unieron a Mozilla y siguen hasta hoy en la organización. Fueron tiempos difíciles, fuimos varios los despedidos y terminamos en Mozilla como una familia en la que uno tenía los recursos que podía, no los que quería. Sin embargo, salimos adelante. Otra cosa que recuerdo es lo temprano que ocurrieron esas cosas, porque por entonces no nos dábamos cuenta de la importancia que tenía lo que hacíamos y de que estábamos generando una comunidad global.

Artículo publicado en la edición de Information Technology del mes de mayo de 2012 (N°176)
 

 

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