Ni shock ni gradualismo; énfasis en la preservación del trabajo

El dilema gradualismo o shock forma parte del debate que intentan instalar sectores concentrados de la economía cuando pretenden modificar los precios a su favor. Shock es un abrupto salto de las variables económicas, concentrando ingresos y disciplinando al resto. Gradualismo es alcanzar el mismo objetivo redistributivo regresivo con escalones que amortigüen la reacción política y social. Durante 25 años, Argentina sufrió shocks donde todas las correcciones de precios fueron contra los trabajadores y a favor de reducidos conglomerados empresarios. Hace 12 años que esos cimbronazos no ocurren. El Estado funciona como regulador de mercados, los trabajadores participan de la definición de su salario y existe una política de ingresos hacia mayores, niños y adolescentes. De esa articulación surge la fijación de los precios de la economía. La herramienta para abordar una corrección de precios para superar la restricción del sector externo y encaminarnos hacia el desarrollo es una concertación amplia y sectorial, con énfasis en la preservación del empleo y el salario.
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