Estas tecnologías van a rediseñar el ecosistema del negocio mobile

Realidades mixtas, pantallas flexibles, experiencias sensoriales y la Inteligencia Artificial, entre las principales innovaciones.

La ciencia ficción está en la punta de los dedos. Desde hace años, se advierte que mucho de lo que se vio en decenas de películas ya se asoma como realidad o fue superado. Sin embargo, lo que pocos anticiparon es la chance de que en un tiempo no tan lejano será posible disparar órdenes a los objetos con sólo pensarlas; percibir texturas sin tocarlas o comunicarse con otras personas en el mundo aunque todos hablen un idioma distinto. Todo de la mano de la movilidad y, principalmente, a través de un teléfono
móvil que, además, podría ser doblado como el diario del domingo, pero que, en vez de llevarlo bajo el brazo, se guarda en bolillo de la camisa o de la cartera.

El año 2017 parece ser el año en que la realidad se burlará de lo que fue ciencia ficción hasta hace tan poco. Lo que hasta ahora fue tendencia, será un hecho. ¿Cómo impactará eso en la vida cotidiana? Dependerá de los usos que encuentren las personas, ya que, de lo contrario, sólo quedarán en una novedad y no en una irrupción para la transformación. Una de las tecnologías que asoman en ese sentido y, justamente, en la antesala de un nuevo Mobile World Congress, en Barcelona, es la de electrovibración. Representa la posibilidad de percibir la textura de una tela, la irregularidad de una erupción en la piel, al tocar una pantalla. ¿Para qué podría servir? Para resolver compras, diagnosticar una patología o eliminar más barreras de comunicación. Cabe recordar que el e-Commerce es puesto en duda cuando se lo lleva al mundo textil. El gusto por tocar una tela o probarse una prenda son dos de los obstáculos que siempre se mencionan en este sentido. Sin embargo, la electrovibración habilita la chance de advertir qué tan grueso es el algodón de una remera con sólo pasar los dedos por la
pantalla del móvil. Y, así, animar la decisión de compra. De modo que aquella persona que no disfruta de pasear por las tapicerías del barrio porteño de Once para elegir el paño en cuestión, podrá encontrar en esta tecnología la mejor manera de efectuar la compra y destinar ese tiempo a caminar, sí, pero por un parque y con otro objetivo más placentero.

Los expertos aseguran que la tecnología irrumpirá en los smartphonesde manera definitiva este año. Se trata de un sistema de cargas electrostáticas que, al pasar de los dedos al cerebro, le hacen creer a éste que está tocando efectivamente esa tela. Otra de las transformaciones que esto significará pasa por el sistema Braille. Que las personas ciegas puedan leer los puntos realizados con punzón en un cartón, pero en la pantalla del celular, promete ser una revolución para su interacción digital.

Otro de los fenómenos que se avizora para este año es el de mantener conversaciones con personas ubicadas en distintas partes del mundo, sin necesidad de conocer el idioma del otro. Los expertos refieren al software de voz a voz presentado en 2012 por Microsoft y a la plataforma de supercomputación Watson de IBM como las bases sobre las que se asentará esta posibilidad cercana. La Big Blue anticipó que, en 2017, abrirá su plataforma y, así, habilitará el intercambio y la creación entre personas que hablan distintas lenguas, a través de un teléfono que hará de traductor simultáneo. Esto promete tener impacto en la educación, en el turismo, como también en ámbitos de cooperación
internacional frente a situaciones de desastre. Y si una charla se puede traducir en simultáneo, ¿qué hay de la capacidad neuronal para disparar órdenes, ya no desde nuestro cerebro a nuestro cuerpo, sino hacia el mismo teléfono sin utilizar los comandos de voz? Las señales eléctricas que emite el cerebro cuando elabora un pensamiento podrían ser mapeadas para tener un patrón de comandos
específicos. ¿Para qué serviría? Para correr las cortinas una fría mañana de invierno mientras se está en la cama y sin tener que levantarse. Habrá que disponer, claro, de una aplicación pertinente. El teléfono será capaz de interpretar lo que le estamos ordenando desde nuestro cerebro.

Tan importante se ha vuelto el celular, que las innovaciones de los últimos tiempos se concentraron en hacerlo más liviano, más fuerte frente a golpes, caídas y erosión del ambiente. Lo más innovador pasa por las pantallas flexibles, que pretenden simplificar aún más su traslado. Ya se han visto prototipos en las ferias internacionales, y en la industria se asegura que la flexibilidad será la próxima gran innovación. Aquí los focos apuntan a la tecnología de diodos emisores de luz (OLED). Esta permite que las pantallas se plieguen, se enrollen y que se puedan guardar casi en cualquier lugar. Y hasta se puedan usar en doble faz, como una hoja de papel cualquiera. Sin embargo, no es la única. Desde Japón, también se avanza en esa dirección, pero en vez de apostar al cristal, como en Corea, los desarrollos se orientan hacia el plástico. ¿Para qué tanta pantalla? Está claro que cualquier móvil es un dispositivo de consumo de video, el driver que mueve al mundo digital y a quienes interactuan en él. Los expertos aseveran que este tipo de pantalla flexible permitirá mostrar un video de un lado pdesde el otro, poder usarlo como un control para gestionar esas imágenes. Se trata, en definitiva, de algo así como la evolución de los botones de control posteriores que existen en algunas
marcas de smartphones.

Mientras, otros imaginan que estas pantallas permitirán convertir al teléfono en una pulsera cuando se esté haciendo deporte, y que cumplirá tal fin hasta tanto se lo vuelva a “desenvolver para navegar y realizar actividades cotidianas. Sea un material u otro, la flexibilidad parece ser una de las tendencias a imponerse prontamente en un mundo que hace de la reducción de la distancia su principal activo.

Aplicación vital


Un mix de realidades: aumentada (AR), virtual (VR), real. Una realidad sobre otra. Será otra de las tendencias de 2017, pero ya no sobre el mundo del entretenimiento y el marketing, que es lo conocido hasta ahora, sino hacia otras aplicaciones más vitales, donde la localización pasa a ser clave. Se trata de sistemas que combinarán imágenes con sensores, datos del GPS y otro tipo de información no estructurada que pueden ser fundamentales en una cirugía de alta complejidad, donde ese mapeo permitirá llegar al lugar de la incisión con perfección, o asistirá a bomberos cuando deben concretar un rescate o salir de lugares peligrosos.

La inteligencia artificial (IA) también hará de las suyas. Y los expertos anticipan que los smartphones serán cada vez más un asistente personal. La incorporación de IA en ellos permitirá que estos dispositivos se entrenen y aprendan sobre las actividades diarias de sus dueños. Eso llevaría su rol un paso más allá y allí estarán, recordándole a su amo si tomó una medicación —porque la anotó en el calendario—, si tiene suficiente abrigo —porque el pronóstico anticipa una baja de temperatura
notable—, o si necesita conocer más sobre el estado de la ruta a transitar, puesto que, en la agenda, figura que a tal hora se debe llegar a tal lugar. Si a esto se suman los asistentes de voz, que se van incorporando en el día a día de las personas cada vez con más naturalidad e impulso, la interacción con el celular será tan habitual como la de quienes comparten el hogar, el estudio o la escuela. El mundo móvil se presenta tan vasto que ya no tendrá sentido hablar de tecnología móvil, porque toda ella lo será.

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