Cuál es la "carrera escondida" que tenés que estudiar para tener un sueldazo y vivir en EE.UU.

Se trata de una ocupación muy puntual pero que viene con habilidades fundamentales para los negocios tecnológicos de la actualidad.

Los astrofísicos se dedican a mirar el cielo con el objetivo de descifrar sus misterios. Para lograrlo aplican inteligencia artificial, ciencias de datos y la simulación numérica. Así descubrieron nuevas estrellas y planetas lejanos.

Estos profesionales están preparados para gestionar los datos que brindan los telescopios de alta potencia así como para programar a las computadoras a manejar el volumen de los datos obtenidos.

Por esto la astrofísica tiene una nueva Meca laboral... Silicon Valley.

Con el perfil altamente especializado que poseen, los astrofísicos son requeridos para construir los algoritmos de recomendación y los modelos de datos que utiliza la industria tecnológica en empresas como Google, Netflix y Spotify pero tambien en startups de distintos tamaños, según revela BBC News.

Cuando una compañía tiene 139 millones de suscriptores, como es el caso de Netflix, la dificultad para reunir un catalogo de grandes dimensiones con sus clientes en pocos segundos de acuerdo a sus gustos se convierte en una necesidad para seguir creciendo.

Algo similar ocurre en aplicaciones como Amazon Prime, Tinder o las recomendaciones de Google Maps.

"Las grandes empresas están montadas sobre algoritmos y cada vez quedan menos compañías que no estén basadas en análisis de datos", explica en el blog del banco BBVA el científico Esteban Moro, experto en big data de la Universidad Carlos III de Madrid y profesor visitante en el MIT.

Y los que lograron obtener estas habilidades durante su formación universitaria son muy buscados. "Hay que incorporar constantemente información [al algoritmo]. Al fin y al cabo, lo que hace es transformar comportamientos en matemáticas", señala Moro.

Así lo reseña una reciente publicación de la influyente revista Wired, donde se cuenta que estos científicos están dejando la academia por la posibilidad de obtener trabajos con mejores sueldos. 

Un ejemplo mencionado allí es el de Chris Moody, un astrofísico con un doctorado de la Universidad de California, Santa Cruz, que trabaja en Stitch Fix, una startup que se dedica a la moda personalizada y hoy está valuada en US$ 2.000 millones.

Moody cuenta que en las universidades hay cada vez menos estudiantes posdoctorales que deciden dedicarse en desarrollar productos para compañías tecnológicas en Silicon Valley y los ayudan a "entrenar" computadoras para realizar tareas basadas en otros ejemplos. Lo que aprendieron a usar para analizar millones de estrellas sirve para predecir lo que realizaran los clientes y por eso esta tendencia desde la academia a las universidades comenzó en 2012. Y desde ya que las universidades no pueden competir en sueldos con las empresas de Silicon Valley.

"Ya descubrimos el tamaño del universo. Medimos la velocidad de la luz. Encontramos estrellas polares. Encontramos agujeros negros", dice a Wired Amber Roberts, una astrofísica que ahora se dedica a colaborar con los académicos que quieren saltar el cerco.

"Muchas de esas cosas importantes, como comprender cómo funciona el espacio-tiempo o cómo distorsiona la gravedad, son lo que hace que las personas se interesen en el estudio del espacio y la cosmología", comenta.

Pero lo que hacen los astrofísicos es "contribuir a un subcampo muy pequeño donde trabajará unos tres años en un documento que leerán unas 10 personas en el mundo. No vas a ser Carl Sagan", explica Roberts.

En Netflix, los científicos de datos ganan US$ 192.00 en todo el año, de acuerdo a Glassdoor.

Imagen de Susanne Jutzeler, suju-foto en Pixabay

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