Es argentino, ganó millones en los 90 y volvió: "este es el negocio de la década"

Pionero, Gonzalo Arzuaga realizó la primera venta millonaria de internet de la región en los años 90. Veinte años después, lidera Terrífico Capital, un fondo de inversión en criptomonedas. 

"Siempre me pareció fascinante la tecnología pero nunca fui tecnológico, no me fascina la tecnología en si misma. Hago el paralelismo con la industria de la aviación: no sabría cómo vuelan los aviones pero si me hubiese fascinado la posibilidad de transportar gente. El que habla es Gonzalo Arzuaga, emprendedor tecnológico y pionero local en realizar la primera venta millonaria de internet en la región el 9/9/99 cuando GauchoNet, el buscador argentino pre Google que creó, fue comprado por Terra Networks, empresa del Grupo Telefónica. Licenciado en Administración de Empresas, conferencista internacional y autor de varios libros —el más reciente sobre Criptomonedas (Conecta, 2017)—, quien fuera protagonista de la primera revolución de internet es hoy parte de lo que él considera la segunda gran ola de la revolución tecnológica: la del dinero digital.

“Creo que no tenemos ni idea del impacto que tendrá dentro de 10 años pero sí creo que en el cumple de 15 de mi hija que hoy tiene 6 años, vamos a pagar todo con criptomonedas. No sé con cuál,  pero eso ya es un hecho en mi vida , asegura Arzuaga, CEO de Terrífico Capital, un fondo de inversión de cripto. 

La curiosidad, el interés y un poco el azar lo llevaron de su Concordia natal a Silicon Valley en 1994, en plena efervescencia de las puntocom. Allí realizó una pasantía en la recordada empresa Novell, dedicada a los sistemas operativos de redes, que le sirvió para entender el impacto que tendría internet y lo impulsó a crear Gaucho.net.

A los pocos meses de vender el buscador y convertirse en el primer “millonario gracias a internet , como titularon los diarios en aquel momento, fundó Garage Latino, una de las primeras incubadoras de proyectos digitales de la Argentina junto a su hermano. Pero no funcionó y perdieron US$ 3.300.000 en una noche.

“Fue un knock out que hice y un knock out que me hicieron y decidí parar un poco, recalcular como el GPS y tomarme un año sabático. Al principio es fácil porque tenés tiempo para descansar y demás, pero después empieza a ser un desafío qué hacer , relata. 

Sin embargo, fiel a su estilo inquieto, Arzuaga decidió irse a China a estudiar el idioma con el objetivo de ser un conferencista internacional en cinco idiomas, comenzó a escribir libros y armó junto a un amigo KillerStartups, un sitio de contenidos que manejó durante siete años y vendió en 2014.

“Para mí tiene que ver con ir haciendo lo que a uno le fascina y después encontrar la manera de hacerlo rendir. Hay que aprovechar a emprender cuando uno es joven y se puede caer en cualquier colchón , aconseja.

Acerca de cómo lidiar con el fracaso y el éxito en el mundo emprendedor, para Arzuaga se trata de seguir intentando. “Las chances de que te vaya mal son altas siempre. A mí me fue bien en la primera, pero en mi cuenta personal me fue bien dos veces y mal 18. Como nada me garantiza que me vaya bien entonces le tengo que poner la misma hambre y la misma pasión que el primer día que cuando tenía 20 años y eso está bueno, porque monitoreo si la convicción es fuerte , explica. 

Volvió a la Argentina, formó una familia —es padre de Milena de 6 años y Tobías de 2— y nuevamente la curiosidad, el interés y un poco el azar, lo llevaron a encontrar lo que él considera es la nueva revolución tecnológica: las criptomonedas y el blockchain.

“Al principio lo ninguneé como por cinco años, me pareció un juego. Un error gruesísimo. En mayo de 2017 cuando dediqué un minuto para investigar esto me terminé apasionando y decidí que iba a ser el segundo proyecto grande al que me iba a dedicar , explica. 

¿Qué te llevó a escribir el libro Criptomonedas?   
Si mirás el minuto a minuto de las revoluciones tecnológicas —pasó lo mismo en la primera que yo viví, la de las puntocom— parece que sube todo, que baja todo, que se destruye. Hoy siento que estoy más grande, que tengo más perspectiva y entiendo que no importan los “minuto a minuto , lo importante es si hay valor de fondo y yo soy un convencido de que es así. Por eso escribí el libro y doy charlas, me gusta esa faceta de que le llegue a la gente común. Quizás es porque cuando yo estaba en Concordia quería aprender cosas y tenía que cruzar a la biblioteca y el libro en español llegaba muchos años después de que había sido publicado por el autor, entonces ese conocimiento ya no te servía más. A mí me gusta comunicar llano. Eso a un montón de gente le agrada y a un montón de gente no porque dice que la tecnología es más sofisticada que eso —cosa que es cierta—, pero mi rol vendría a ser más de traductor.

¿Cómo aconsejás abordar el tema?
Hay que invertir tiempo en entender primero y después ver si invertir plata o no. No hay que entrar con la billetera primero sino con la cabeza, con los ojos bien abiertos para entender de qué se trata. Mucha gente lo reduce al precio y piensa que te hacés millonario de la noche a la mañana, pero fijate que en el 2018 bajó todo bastante. No es una timba financiera por más de que se quiera comunicar como tal por mucha gente y muchos medios. Lo que va a terminar siendo dentro de 10 años, el impacto que va a tener en todas las instituciones del orden establecido, gobiernos, bancos, industria financiera en general, es enorme. 

"Para mí tiene que ver con ir haciendo lo que a uno le fascina y después encontrar la manera de hacerlo rendir."

¿Qué es Terrífico Capital y cómo surgió?
Terrífico Capital nace en mayo de 2017 gracias a amigos y gente a la que iba comentando un poco esta fascinación con el dinero digital. Contaba mi experiencia y mucha gente se quiso sumar, muchos que tienen empresas y estaban interesados pero no se podían ocupar entonces desde Terrífico Capital nos dedicamos a invertir su plata solo en el sector de las criptomonedas. En términos de proyectos estamos evaluando qué monedas son las que tienen mejor retorno, porque hacen la mayor contribución al sistema. Los  retornos vienen muy bien, en 2017 hicimos 1.700 por ciento  y en este 2018 que vino golpeadísimo, hicimos 37 por ciento arriba, o sea que los números están muy buenos pero no me parece que se trata de eso sino de si esta revolución realmente impacte en miles de millones de personas. Porque si hacemos plata solo nosotros no sirve de nada, pero si realmente termina siendo lo que queremos que sea, el impacto va a ser enorme. Estamos en la etapa de infraestructura, cuando se construye la revolución para que se puedan montar aplicaciones que le sirvan a la gente. Esto es como un edificio y todavía no esta el cemento. Muchos preguntan para qué se puede usar y la realidad es que para nada todavía, porque no está la infraestructura.  

¿Cómo ves la perspectiva en 2019?
Creo que más gente se va a ir informando y más gente se va a ir acercando y eso es bueno para la industria en general. El precio no tengo idea de que va a pasar, si va a subir si va a bajar, lo que sí sé es que en 10 años no me parece descabellado pensar que va a valer US$ 1.000 millones cada bitcoin. No es  lineal, quizás caiga, caiga y en algún momento cuando agarre un momento masivo y haya mayor entendimiento se va a dar un efecto de suba. Mi convencimiento sigue intacto. Para mí es el destino de esta revolución. Es un tsunami que no se va a poder contener.  

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