OUTSIDER - Nazarena vÉlez

“No me gusta que la política se viva como un Boca-River

La actriz Nazarena Vélez expresa su preocupación por las tensiones y la intolerancia política que hoy divide aguas en la Argentina y dice que detestar a alguien porque no es de mi partido es de cavernícola. También manifiesta su intranquilidad por la suba de los precios y la inseguridad que existe en el país.

Con astucia y carisma para moverse delante y detrás de las cámaras, Nazarena Vélez logró consolidarse como uno de los personajes más populares de la escena mediática local. La rubia actriz de labios prominentes combina su rol como madre de tres hijos (Bárbara, Gonzalo y Thiago) y su gira teatral con la comedia Los Locos Grimaldi, que la lleva cada semana a distintos puntos del país. Histriónica, carismática y nunca esquiva a las polémicas, Vélez está actualmente alejada de la televisión y eligió al teatro como su trabajo principal. "Hoy todo es caro. Toda mi vida fui consciente de los precios. Fui mamá a los 19 años y siempre supe cuánto salía la leche o el azúcar. Mi realidad es como la de cualquier persona común que sale a trabajar y tiene que pagar la obra social o el colegio de los chicos", comenta la actriz en diálogo con 3Días, unas horas antes de subir al escenario para una nueva función.

* ¿Cómo ves el contexto económico argentino hoy?
- La gente cuida cada vez más su bolsillo, porque la situación no está fácil. Hoy por hoy, la venta de entradas en el teatro no te da tanto margen. Nosotros llenamos todos los días, por suerte, y eso te aleja de la realidad, pero hay compañías que trabajan en déficit. Por mi momento personal (su marido Fabián Rodríguez se suicidó meses atrás), no estoy tan pendiente de las boleterías como en años anteriores, pero me alegra mucho que la gente igual nos espera. Cuando tenés un elenco con figuras importantes eso suele pasar.

* ¿Desde la compañía adoptaron algún cambio para adaptarse a este escenario?
- No hay una estrategia puntual. Siempre cumplimos con los compromisos que asumimos. Los actores de la obra bajaron sus cachés para acompañarme en este momento difícil. Hoy el espectáculo es redituable para mí y mis compañeros, pero no sé qué ocurriría si estuviera en otra compañía.

* ¿Cómo ves la escena política en la Argentina?
- Es un tema en el que no me gusta meterme. Mi papá me lo enseñó. La política divide, y yo no necesito que la gente se divida, sino que todos seamos uno. Es una realidad que una opinión mía puede restar espectadores al espectáculo, y no me interesa. Hoy, por sobre todas las cosas, a mi rol de argentina la superó la madre. Prefiero no opinar de cosas que no me van a favorecer.

* ¿Pero dónde observas esa división?
- A veces parece que es todo un Boca-River. En el país estamos viviendo eso. Si sos K, porque sos K; si sos Pro, porque sos Pro, y mientras todos se matan a puteadas. Yo no estoy para dividir las aguas, y no me gusta que estemos todos divididos. Necesitamos estar todos más juntos. No se puede detestar a alguien solo porque no es de mi partido político. Eso es de cavernícola.

* ¿Te ha perjudicado alguna vez haber hecho pública alguna opinión sobre política?
- Sí. Directamente si vos vas a un programa de una línea, te putean en Twitter y otras redes sociales, y no tengo ganas de eso. Yo lo que quiero es sumar. Soy cien por ciento verborrágica y sanguínea, vengo de una familia muy política, pero ya tengo 40 años y tomé esta decisión de no opinar. Me parece que los argentinos tenemos que ser más razonables.

* ¿Trabajarías en política?
- Tal vez es una posición egoísta la mía, pero no me interesa para nada. Hoy la prioridad son mis hijos.

* ¿Cómo te llevas con las redes sociales?
- Empecé a usarlas simplemente por una cuestión de laburo, y ya superé el millón y medio de seguidores en Twitter. Es una manera de darle gracias a la gente que nos sigue. Yo no soy falsa. Me encontrás en el supermercado como cualquier ciudadano. No ando con vidrios polarizados, no me alejo de la sociedad ni de la vida cotidiana que puede llevar cualquier persona, pero veo que las redes sociales son muy piolas para contactarte con la gente. Muchos se acercan, demuestran afecto y te comparten experiencias similares. Además, me ayuda para contactarme con gente que me escribe desde otros países, como Uruguay o Paraguay.

* ¿Pensaste alguna vez en vivir en el exterior?
- Sí, varias veces. Tengo una hermana radicada en Miami hace ocho años y la verdad es que consideré la opción, pero hoy lo familiar supera cualquier fantasía de laburo o de aventura mía. Cuando era más chica, pensé en probar suerte por el mundo, no por algo del país, sino por un interés mío. Ahora soy madre, tengo tres hijos de distintos padres y ya no soy una hippie que puede pensar en alguna fantasía así. Igual, después de lo que me pasó, a veces me dan ganas de alejarme un poco y de que nadie me conozca. Pero es contradictorio también, porque tengo trabajo y me va bien porque soy conocida.

* ¿Te preocupa la inseguridad?
- Sí, porque hay mucha gente que se hace la fantasía de que uno tiene lo que no tiene. Me preocupa sobre todo por mis hijos. Un caso que me afectó fue el de Axel (Blumberg), que vivía a cuatro cuadras de mi casa cuando lo secuestraron y lo mataron. Poco después, dejé mi casa en La Horqueta y me fui a un barrio privado. Ahora vivo ahí con mi familia.

* ¿Y cómo te resultó ese cambio?
- Cuando uno tiene hijos, vive para ellos, y hoy por hoy me resulta más seguro que mi hija no tenga que recorrer muchas cuadras en auto al dejar la Panamericana, por ejemplo. Ella tiene 20 años y se mueve en auto para trabajar. Además, a veces tenemos desfiles o alguna conducción en un programa o evento y volvemos de noche a casa. Si bien eso tampoco te da 100% seguridad, me quedo más tranquila así.

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