Pizza con champan: las extravagancias tecnológicas de la década menemista

Tiempo de excesos, novedades y frivolidad, los 90 también fue una era de innovaciones. Cómo fue la introducción en la Argentina de las computadoras, la web y los teléfonos móviles

Son pensamientos que nos asaltan a menudo. ¿Cómo era que trabajábamos antes de que existieran las computadoras; cómo se sentía no estar todo el tiempo conectado con la familia, los amigos y nuestro jefe a través del teléfono? Si no existía internet, ¿cómo nos enterábamos de las cosas que sucedían en el mundo? Aquellos que aún recordamos esos tiempos analógicos somos inmigrantes en este mundo, conviviendo con los nativos digitales, quienes crecieron hiperconectados. El momento bisagra es la década del 90, cuando se masificaron muchas de las tecnologías sin las cuales hoy no podríamos vivir, como las PC, el acceso a internet y los teléfonos celulares.

Si bien la computadora personal nació en los 80 - con gran resistencia a llamarla PC porque por ese entonces a muchos argentinos la sigla los remitía al Partido Comunista- recién comenzaron a masificarse en el país cerca del año 1992. "En un comienzo solo tenías buenas computadoras en las oficinas. Yo había crecido usando una Commodore 64 que me regalaron mis padres, pero en mi primera computadora laboral era una terminal de pantalla verde y mi correo era un proof que corría directamente sobre mainframe. Con el arranque de la década comenzó a difundirse en el país la PC empresarial, a la que solo algunos pocos tenían acceso. Todos estábamos ansiosos por tener una PC en nuestras casas , le detalló a Infotechnology Fernando Wendt, actual director Comercial para las industrias de Sector Público y Telecomunicaciones en IBM Argentina, compañía a la que ingresó en 1994, y que era el emblema de la tecnología por aquellas épocas.

El abaratamiento de algunos componentes y, en paralelo, la llegada de la convertibilidad, hicieron que, de a poco, las computadoras comenzaran a ingresar a los hogares. Pero más allá del procesamiento de texto, algunos cálculos y ciertos juegos, no había mucho que hacer porque las conexiones dejaban mucho que desear. "Mi primer módem fue de 1.200 baudios, algo lentísimo para nuestros estándares actuales, unos 1.5kb/s, y con un programa llamado Terminal, que mandaba comandos al módem para discar. Con ese me conecté a Camática, que era un BBS del Automóvil Club Argentino. La verdad es que no servía de mucho: te daba información como dónde estaban los campings, por ejemplo, pero me emocionaba porque estabas conectado", recordó Mariano Sokal, un apasionado de la tecnología desde chico que hoy se convirtió en un fotógrafo profesional. 

BBS -abreviatura para Bulletin Board System- era un software que nació a finales de la década del 80 con el fin de conectar diferentes usuarios, en principio, por vía telefónica. Visto en retrospectiva, eran una suerte de abuelos de lo que serían los foros y de comunidades como Taringa! o reddit, y para muchos fue el primer acceso a internet.Damián Aiello, dibujante y humorista gráfico argentino, se conectó a internet en 1994, cuando su versión comercial en la Argentina recién comenzaba a asomar.

  Damián Aiello, dibujante y humorista gráfico argentino, se conectó a internet en 1994, cuando su versión comercial en la Argentina recién comenzaba a asomar.  

"Los BBS en los 90 estaban buenísimos. Vos te bajabas una lista, que hacía acá en la Argentina un pibe al que le decían ‘El loco' y que por eso se llamaba ‘la loco-list', con cientos de números de teléfono. Cada uno era un BBS con un horario. Por ejemplo ‘lunes a viernes de 10 de la noche a 2 de la mañana'. Si llamabas en esa franja, podías comunicarte con esa persona. Muchas veces ese horario no se cumplía y te atendía el teléfono la mamá, por ejemplo, porque todos éramos adolescentes, y la señora recibía una serie de sonidos que la volvían loca. Era una comunicación uno a uno, y uno chateaba con el operador, que se denominaba ‘sysop', y arrancabas diciendo ‘che, perdoná que creo que hice calentar a tu vieja , recuerda Martín Sarsale, cofundador del sitio Properati.com.

Y es que los comienzos de los 90 eran la prehistoria de internet en nuestro país. Solo académicos y algunos funcionarios y militares se conectaban y lo hacían por motivos estrictamente laborales. El resto eran adolescentes y jóvenes fascinados con la posibilidad de poder dialogar con otros como ellos, a pesar de las limitaciones como la imposibilidad de conectar más de un usuario a un BBS a la vez, ya que dependía de la línea telefónica. Sokal fue uno de los que tenía su propia línea disponible todo el día: "Era un privilegio y alardeaba de eso con mis amigos. Tuve mi propio BBS y también, claro, usaba mucho ‘la loco-list'. Cuando avanzó la tecnología, cada BBS comenzó a comunicarse con otros entre sí y compartían los mensajes. Entonces lo que escribías hoy en 48 horas estaba en todos lados. Pero tenías que esperar dos días más para tener una respuesta. Bastante diferente a lo que sucede hoy con las redes sociales".

Fue en esos momentos, cuando internet comenzaba a alojar lo que prometía ser el futuro, la "World Wide Web", que el dibujante y humorista gráfico argentino Demián Aiello se conectó por primera vez. "Lo recuerdo patente. Fue en octubre de 1994, con una conexión de Los Pinos II y un modem interno de 2.400 baudios. Lo que me acuerdo era que debías utilizar un programa especial para conectarte primero a internet. Yo usaba el Trumpet Winsock, al que le escribías‘ATDP' o ‘ATDT' (AT era la orden para que el módem atienda, la D era de Dial y la última letra por si tu línea telefónica funcionaba con pulsos o con tonos) más el número al que te querías conectar /SLIP o /PPP y recién ahí abría el navegador para poder entrar en la famosa web , explicó. 

¿Quién puede olvidar los cassettes... y el popular programa de Julián Weich?

En ese momento, elprograma estrella era el Netscape Navigator pero pronto encontraría un rival que lo haría pedazos, el Internet Explorer. Aunque mencionarlo hoy estremece a muchos-el chiste recurrente en redes sociales es que solo se usa para entrar a la página de descarga de competidores como Chrome o Mozilla- el programa de Microsoft significó una verdadera revolución. "Fue el explorador que permitió que muchos ingresaran al mundo de la WorldWideWeb en un momento en donde, si bien la experiencia no era tan rica como ahora, era emocionante. Todo era más simple y con menos formatos de media para reproducir, pero aún así fue una revolución en términos de acceso a la información global, de lectura de lo que pasaba en el mundo y una conexión gigante al conocimiento distribuido", explicó Gastón Gordon, director de la Unidad de Negocios de Productividad de Microsoft.

Internet Explorer llegó de la mano de un hito fundamental para la democratización de la tecnología a escala global, el sistema operativo Windows 95. "Mucho más que la versión 3.1, el Windows 95 alcanzó una adopción impresionante con sus esquemas de ventanas renovadas y aplicaciones tanto para jugar como para el hogar. También fue importante la suite de Office", recordó Gordon. Su lanzamiento significó la consolidación de Microsoft en el mundo como la compañía tecnológica más importante e innovadora cuando Apple todavía estaba tratando de encontrar su rumbo y no existían ni Google ni Facebook. Su poder era tal que no dudaron en pagar las regalías de la canción "Start me up de los Rolling Stones para musicalizar el lanzamiento y presentar el botón de inicio o "start , en inglés, clave para entender el suceso del producto.

"El botón de inicio permitió a las personas entender por dónde empezar. Una cosa era tener el escritorio, donde uno ponía las cosas que más usaba y otra era entender cómo empezar a hacer algo más allá de lo que teníamos a mano. Entonces, ante la pregunta de por dónde empezar, la respuesta era ‘por el inicio'. Desde ahí podíamos encontrar todo lo que terminó transformándose en una necesidad. Se instaló para quedarse y como el cambio siempre tiene su resistencia, sigue ahí", explicó Gordon, haciendo referencia al intento de Microsoft de eliminar el botón en su versión más reciente de Windows y su reaparición por presión popular en la actualización siguiente. Para esa época, también, ya era más usual para un argentino haber visto un teléfono celular. Habían desembarcado en el país en 1989 de la mano de Movicom, con un radio de llamadas limitado al área metropolitana de Buenos Aires. Los teléfonos de ese entonces eran grandes como un pequeño maletín y muy pesados.

Para 1993 Movicom había crecido y se sumó CTI Móvil, que logró la primera licencia para el resto del país, siendo ambas empresas las únicas hasta 1996, cuando Telefónica ingresó con su marca Unifón en el sur y Telecom lo hizo con Personal en el norte. Si bien el servicio seguía siendo caro para la mayoría de los argentinos, la clase media acomodada ya podía acceder a él y se lo veía en las telenovelas como un elemento que marcaba la pertenencia socioeconómica de un personaje. Los móviles con conexión a la web ni existían y nadie soñaba con la conectividad absoluta que llegaría en menos de dos décadas.

El videojuego de Menem

Es imposible explicar la década del 90 en la Argentina sin hablar de Carlos Saúl Menem, no solo por las políticas de su gobierno, sino también por su figura y su carisma, que generaba atracciones y rechazos. Su gravitación fue tal que tuvo su propio videojuego, "El Super Menem Bros", creado por el humorista y periodista uruguayo Jorge Barale. Fue uno de los primeros de su tipo de producción nacional y su trama era sencilla pero ingeniosa: se trataba de ayudar al protagonista a llevar al país "al primer mundo". 

"Supe del juego en los pasillos de la revista SexHUMOR, en donde yo trabajaba y Jorge era por ese entonces colaborador. Me acuerdo que me contó que estaba haciendo una parodia del Mario Bros. pero con el presidente. Pero para los recursos que se tenían en sea época, hacer un videojuego para computadoras era toda una hazaña. Llegaron a lanzar tres versiones que se vendían en los kioscos de diarios junto con una revistita que traía chistes gráficos, notas y juegos", recordó Demián Aiello

 Publicado originalmente en Infotechnology 240 (Septiembre 2017).

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