El "truco barato" para ver 130 versiones de Netflix (y todas las películas ocultas)

Las redes privadas virtuales son una solución para "romper" la geolocalización de los catálogos. ¿Cómo aprovecharlas?

Hasta enero de 2016 era algo habitual. El servicio más conocido, por lo menos en estas tierras era Hola VPN (por citar un ejemplo) y con él se podía utilizar servicios con bloqueo geográficos. Pero desde ese momento en adelante, al menos con Netflix, la cosa se complicó y los catalogos de afuera quedaron poco menos que inaccesibles para mayoria de los usuarios. ¿Tiene solución esto? Y, lo más importante, ¿es legal? ¿O usar este tipo de servicios puede traer consecuencias legales y hasta monetarias?

Pero mejor comenzar por el principio. Un VPN, cuyas siglas significa en inglés Red Privada Virtual, es un software para conectare a diferentes servicios de internet de manera privada, anónima y global: la función principal de los VPN es "cambiar" la IP (dirección de la computadora que se está conectando a algún lado, para explicarlo muy a grosso modo), que tiene como consecuencia modificar la ubicación geográfica aparente del usuario (es decir: este se conecta a un servidor en otro lugar -EE.UU., por ejemplo- y desde ahí al servicio que quiere acceder). De esta manera, a través de un proxy, uno que está en la Argentina se conecta a la web como si estuviera en otro país.

Un ejemplo: tal como me cuenta Julián T., él está viviendo en Suiza ahora, pero no quiere perderse los partidos de futbol de la Superliga. Por eso, utiliza el eterno Hola VPN, una aplicación conocida para "desrutear" la IP, para verlos desde allá a través de la app del servicio de cable argentino que tienen contratado los padres acá. "Eso sí, a la mitad del partido tengo que hacer un refresh porque se empieza a trabar", cuenta. 

How to: pasarse al software libre y no morir en el intento

El software libre está de moda hace algunos años. En principio cualquiera de nosotros puede nombrar al menos un puñado de ejemplos de software libre: el sistema operativo Android, el publicador Wordpress, el navegador Mozilla Firefox y otros tantos que están un poco más escondidos del usuario final como el servidor Apache o la base de datos mySQL.

Pero en el caso de Netflix y otros proveedores de streaming internacionales como Amazon Prime Video, la cuestión es más complicada desde enero de 2016. ¿Qué sucedió? La internacionalización y crecimiento exponencial de la plataforma creada por Reed Hastings. Los distribuidores que se asociaron con Netflix se dieron cuenta que los VPN les costaba dinero y eso sí afectaba directamente al negocio.

"Netflix segmenta el catálogo para sacarle el mejor provecho y además está obligado contractualmente a hacerlo", explica Lucas Rizzo Arrivillaga, abogado especialista en Propiedad Intelectual, en conversación con Infotechnology.com. "Supongamos que soy el dueño de un estudio de Hollywood que es propietario de la franquicia Duro de Matar, y le doy Duero de Matar 15 a Netflix pero solo para que la distribuya en los Estados Unidos y en la Argentina se la doy a otro proveedor de contenidos. Si Netflix la quiere disponibilizar en la Argentina, tendrá que negociar con ese proveedor de manera particular", ejemplifica.

Es por esto que Netflix tuvo que aumentar la presión "técnica" para evitar que las personas utilicen la VPN para ver los contenidos de catálogos fuera de sus territorios. Específicamente, en su términos y conciones (el contrato que firmamos haciendo clic al darnos de alta en cualquier servicio y que -casi- ninguno lee) dice: "Usted puede ver el contenido de Netflix principalmente en el país donde estableció su cuenta y solo en los lugares geográficos en los que ofrecemos nuestro servicio y donde se tenga licencia para ese contenido. El contenido que puede estar disponible para ver puede variar según la ubicación geográfica y cambia periódicamente".

Después de China, el sistema de detección de VPN más eficaz lo tiene Netflix, reporta el sitio web Cloudwards. Basicamente, la plataforma impide la reproducción de la película excepto que se desconecte la red virtual en cuestión. Incluso aquellos que lo utilizan por cuestiones de seguridad se ven perjudicados, lo que provocó que la empresa de Hasting sea acusada de estar "haciendo una guerra en contra de la privacidad". 

"Todas las empresas que tienen activos valuados en propiedad intelectual tiene esta relación dicotómica con la tecnología. Por un lado les permite una mayor difusión de sus productos pero por el otro les complica vigilar que nadie lucre con ellos", detalla Rizzo Arrivillaga. 

¿Es legal usar VPN? Salvo que uno esté en un país de corte autoritario (el ejemplo más obvio es China), la respuesta corta es... NI. "Hay tratados internacionales para proteger la propiedad intelectual de la 'circunvalación tecnológica'. Son los tratados de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de 1996, y ahora solo rigen los principios abstractos, habría que actualizarlos", explicita el abogado.

"Vos tenés una relación contractual con Netflix y lo que habría es una infracción de ese contraro, no un delitoa  la propiedad intelectual", reflexiona Enrique Chaparro,  especialista en seguridad de los sistemas de información y, en sus palabras, propagandista del software libre. "A lo sumo, lo que pueden hacer es cancelar el contrato."

Sin embargo, un especialista al amparo del off señala que el artículo 173 del Código Penal, inciso 16, habla de defraudación "mediante cualquier técnica de manipulación informática que altere el normal funcionamiento de un sistema informático o la transmisión de datos". El defraudado, en este caso, sería Netflix. Pero esta misma fuente señala que perseguir este tipo de acciones es demasiado complicado y, a pesar de marcado en el párrafo anterior, aún todavía "gris" dentro de la legislación.

 

¿Cuál es mejor?

La prioridad número uno es claramente el rendimiento, ya que una conexión rápida y confiable es obviamente buena para la transmisión constante sin el temido almacenamiento en búfer. Un alto número de servidores también es una gran ventaja en términos de encontrar una buena conexión. Los clientes nativos fáciles de usar, idealmente optimizados para la transmisión, con un amplio soporte para varios dispositivos, es deseable para poder ver desde el smartphone, la tele o la tablet.

Del garage a valer US$ 1.500 millones, gracias al software libre

Ross Mason es joven, enérgico. Rebota de acá para allá cuando conoce a alguien nuevo. En su paso por Buenos Aires le tocó bastante de eso: es que la capital argentina es sede de una de dos oficinas en el mundo que se encargan de desarrollar software para la compañía, que nació como startup y hoy vale US$ 1.500 millones.

Si bien hay varios -la mayoria- que ya no funcionan con Netflix, otros todavía sí, con salvedades, como son los casos de Express VPN y NordVPN. ¿Por qué esto es así? "Hay algunas que prefieren tener buena relación con Netflix y tienen acuerdos de palabras para facilitar la detección de sus servidores. A otras no les interesa esto", expresa Chaparro. Estas últimas, de hecho y para evitarse inconvenientes, tienen su domicilio en paraísos fiscales, donde la legislación local es más lábil en lo que a denuncias para dar de baja contenidos se refiere o en lugares como Islandia, donde las regulaciones que protegen el anonimato de los usuarios es más fuerte, comenta el especialista.

Las siguientes son las dos mejores para utilizar con Netflix.

 

ExpressVPN

Es, para los que saben, el mejor servicio de VPN que puede contratarse. Cuenta con más de 2.000 servidores (se elegir entre 148 ciudades de 94 países) y tiene aplicaciones para Windows, Mac, iOS, Android y Linux. La velocidad es excelente, apenas se pierde respecto a la "normal". Si bien no tiene prueba gratuita, existe la posibilidad de pedir la devolución del dinero los primeros 30 días (esto se hace solo en inglés y a través del chat de atención al cliente, es un poco engorroso). Cuesta US$ 13 por mes o US$ 100 si se paga directamente el plan anual y es la mejor para usar en dispositivos móviles.

Con Netflix a veces exigen probar distintas locaciones pero seguro que una funciona. En el caso de Amazon Prime Video, solo funciona desde la PC o notebook y hace falta pedir ayuda al servicio de atención al cliente.

 

NordVPN

Tiene base en Panamá y provee 1.095 servidores en 61 países. Incluye también un "kill switch" para utilizar en caso de que la VPN deje de funcionar, protegiendo la privacidad del usuario en todo momento, y también un ad-blocker.

Por mes cuesta US$ 11,95 aunque tiene planes para reducir el gasto: US$ 108 por tres años, US$ 96 por dos y US$ 84 por un año completo.

 

¿Conviene?

Eso depende de cuanto uno pague y si contrata o no Netflix aparte. Si se usa VPN, potencialmente se puede acceder a los catalogos de la plataforma de streaming de 130 países (en algunos se solapan, como sucede en América latina, por ejemplo). 

Pero se pueden hacer cuentas rapidamente. El servicio de TV por cable más conexión a internet cuesta arriba de $1.500 (con una velocidad que ronda entre los 20 y los 50 megas), sin tener en cuenta promociones ocasionales y las ofertas para retener a los clientes. Entonces, el cable solo cuesta la mitad, unos $700.

Netflix acá cuesta: en su plan más modesto $150, $220 el que permite que más de uno mire al mismo tiempo y $300 el que ofrece más pantallas y calidad HD. A esto hay que sumarle la VPN de US$ 13, poco más de $550 al cambio actual. Estamos hablando, como máximo, de $800 o $900 por mes. Si la idea es reemplazar el cable por el streaming, y uno está más orientado hacia el consumo de ficción y documentales, la posibilidad de acceder a tantas versiones de la plataforma es muy atrayente cuando el gasto es similar. Los canales de aire, por caso, pueden verse por la televisión digital terrestre (el sintonizador viene en todos los aparatos nuevos).

 

(Actualización 23/04/2019: Se aclaro cómo funciona técnicamente una VPN.) 

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