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Liibook: una solución online para nuevos autores

 Liibook fue creada para facilitar la autopublicación gratuita de obras literarias, con un volumen estimado de transacciones por U$S 700.000 para este año. Cómo surgió el emprendimiento. 




Conocedor en detalle de las herramientas web de publicación y comercialización aptas y disponibles para fotógrafos, músicos o editores de video, Federico Roma llegó a la conclusión de que esa misma facilidad no se encontraba en la industria editorial. Diseñador gráfico y emprendedor, el fundador de Liibook, compañía que provee una plataforma de autopublicación gratuita para obras literarias, se encontró con que el modelo de la industria editorial tradicional alejaba a los nuevos e incipientes autores. “Es una cadena que lleva el costo final de venta muy alto”, reconoce. El desafío pasaba por desarmar esa cadena y juntar en un mismo sitio al autor y al lector.



Así nació Liibook, que tras su puesta en funcionamiento en 2009 y una inversión de $ 30.000, fue uno de los 10 proyectos seleccionados (en septiembre de 2011, entre 900 propuestas) por el programa Wayra, de Telefónica. “Al principio quedó medio abandonado porque no le podía prestar mucha atención debido a mi trabajo como diseñador gráfico. Pero en 2010 ya teníamos 4.000 usuarios”, afirma Roma, quien también presentó el proyecto y fue finalista en los programas Naves (IAE) e Innovar. Al poco tiempo se sumaron como socios Sebastián Micha e Ignacio Roizman. Los tres se habían conocido trabajando en la empresa E-volution.

Sin embargo el gran empujón lo recibieron de Wayra. “Nos dieron las oficinas y pudimos sumar gente. También nos dieron financiación en capital semilla por U$S 70.000 y una red de contactos muy amplia. Tuvimos reuniones con inversores como el BID, el Club de ngeles del IAE e inversores individuales. Lo más importante es que quedaron hechos los contactos”, destaca el emprendedor.

Telefónica, en tanto, mantiene un 10 por ciento de la participación en cada proyecto impulsado a través de Wayra. En un modelo que se basa en la publicación gratuita. El negocio gira alrededor de una moneda interna, o crédito. Cada crédito equivale a U$S 1 y los usuarios los utilizan para comprar libros (en caso de que el autor decida ponerle precio) y descargarlos en PDF, iPad o .MOBI (formato de MobiPocket Reader). El sitio cobra una comisión por la emisión de la moneda y los autores utilizan los créditos para aprovechar las herramientas de promoción. El precio promedio de una obra puede oscilar entre 1 o 2 créditos, y se encuentran desde poemas hasta novelas, por lo general de autores que dan sus primeros pasos.

“Una de las diferencias principales que tenemos es que el autor decide el precio de su obra y una vez que acumula un mínimo de 50 créditos tiene la posibilidad de canjearlos por U$S 50. La comisión se la cobramos a la persona que consume (debe comprar un paquete mínimo de 10 créditos) y no a la persona que crea, porque se cobra comisión cuando se emite la moneda”, explica Roma, y aclara que al separar en dos las transacciones (compra de créditos y venta de libros) resulta posible pagarle el 100 por ciento de la venta al autor.

Tras cumplirse los seis meses del programa (se cumplieron en abril, pero se extendió hasta finales de junio) se encuentra armando el lanzamiento oficial del proyecto ya incubado y a la búsqueda de inversores. Para 2012, Liibook estima un volumen de transacciones en el sitio de U$S 700.000, con 5.000 autores, más 7.000 obras publicadas y unas 20.0000 descargas.

En primera persona

“Antes de decidirme estuve observando otros sitios y concluí que ninguno era directo y transparente para los autores y para los lectores. He podido conocer poesía y prosa maravillosa, creativa y con una gran camada de autores desconocidos de distintos países”, cuenta Oscar Míglio, autor que publicó ocho relatos a través de Liibook, entre ellos dos de ciencia ficción, de lectura gratuita. Míglio ya recibió más de 3.000 lecturas y entre las ventajas que destaca del sitio menciona el vínculo mayor que se genera entre el autor y quien lo lee y el mundo literario que se abre al conocer a “ilustres anónimos”.

“Lo que buscamos es que se posibilite una mecánica social para que el autor genere una masa de lectores y pueda comunicarse con ellos”, sostiene Roma. También existen herramientas como ránkings donde se califican obras y autores o mecánicas parecidas a las de Twitter, con autores que son seguidos por los usuarios.

“Estamos trabajando para poder ofrecer registrar los derechos a través del sitio, pero de momento lo hacen los autores por su cuenta”, aclara el emprendedor. Sin embargo con respecto a la piratería, reconoce que se pierde el control una vez que los archivos son bajados a las computadoras personales, aunque considera que con los precios tan bajos “es difícil que la gente se esfuerce por piratear contenido”. Por este motivo, decidieron no utilizar el software DRM (que permite determinada cantidad de copias).

Entre los próximos objetivos de Liibook está el desarrollo de herramientas para mejora de contenido y de presentación, extender la promoción de un libro más allá de la comunidad del sitio y extender la interacción del autor con editores, traductores e ilustradores. También, poder ubicar los libros en puntos de venta de mayor volumen, como Amazon.

“El objetivo es empezar a tener integrados cada vez más roles dentro del sitio”, afirma Roma. En cuanto al negocio, buscarán tener presencia en otros mercados más allá del hispano parlante.

Actualmente, el sitio funciona en dos idiomas, español e inglés, a los que se sumarán el francés y el portugués en el corto plazo. El 70 por ciento del tráfico proviene de América latina y España, donde la Argentina es el principal mercado, con un 40 por ciento de los usuarios.

En un segmento que todavía parece estar verde o inmaduro, las expectativas se mantienen altas. “Hay un potencial increíble, porque se puede distribuir conocimiento sin necesidad de impresión y a un costo mucho menor”, advierte Roma.

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