Ex ingeniera de Uber acusa a la empresa de permitir el acoso sexual

Susan Fowler, ingeniera, cuenta además que desde Recursos Humanos no le hicieron caso a sus denuncias. El CEO de la empresa prometió una "investigación urgente".

La ingeniera Susan Fowler, que dejo su puesto en Uber para pasarse a Stripe (la empresa dedicada a gestionar pagos electrónicos) contó en su página web los motivos de su desvinculación, la que titulo “Reflexionando en un año muy, muy raro en Uber (Reflecting on one very, very strange year at Uber). En dicho texto acusa a la compañía de condonar el acoso sexual y de ser negligente a la hora de gestionar los recursos humanos. La empresa, por su parte, ha expresado que inició una “investigación urgente .

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Fowler –cuenta- ingresó a Uber en noviembre de 2015 y ya desde el primer día se encontró con comportamientos inapropiados: su gerente le contó a través del chat interno que estaba en una relación abierta y que buscaba nuevas compañeras sexuales. Ella hizo capturas de pantalla de la conversación y lo denunció a Recursos Humanos. Pero, su denuncia junto con varios otras de compañeras de la ingeniera, cayeron en saco roto. Sus superiores le dieron la opción de cambiarse a otro sector pero cuando efectivamente hizo la solicitud, la rechazaron.

Luego ocurrió otro incidente que parece indicar una cultura sexista dentro de la empresa: a todos los hombres de su departamento les compraron camperas de cuero pero no a las mujeres. Según su gerente, el pedido no tenía sentido porque eran sólo seis camperas (contra 120 para los hombres). Cuenta Fowler: “El director respondió [a la queja de ella respecto a las camperas] que si las mujeres realmente queríamos igualdad, entonces deberíamos darnos cuenta de que estábamos consiguiendo la igualdad por no conseguir las camperas . ¿Por qué? Porque las camperas de los hombres habían sido compradas con descuentos que no consiguieron para las mujeres, y que eso no sería justo. La respuesta de recursos humanos fue, según el relato, añadió sal a la herida: el problema era ella y que “algunas personas de ciertos géneros y orígenes étnicos eran más adecuadas para algunos puestos laborales que otras.

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Mientras tanto, al conocerse la noticia, el CEO de la empresa, Travis Kalanick, prometió una investigación urgente. Dijo que “lo que ella [Fowler] describe es terrible, y va en contra de todo lo que Uber defiende y cree. Es la primera vez que escucho algo así, y por tanto he instruido a Liane Hornsey, nuestra nueva gerente de Recursos Humanos, a que lleve a cabo una investigación urgente sobre estas acusaciones. Buscamos que Uber sea un lugar de trabajo justo y no debe haber lugar para este tipo de comportamiento. Cualquier persona que se comporte de esta manera o piense que esto está OK será despedido .

Al conocer la denuncia, el ex líder del equipo que desarrolla la plataforma de la empresa, Chris Messina, contó a través de Twitter que su experiencia dentro de Uber fue igual de cruel y sin el soporte de RR.HH. Este desarrollador fue quien inventó el hashtag #DeleteUber dada la cercanía del CEO a Trump y luego de que este último prohibiera el ingreso a los Estados Unidos de personas de siete países.

This is outrageous and awful. My experience with Uber HR was similarly callous & unsupportive; in Susan's case, it was reprehensible. ������ https://t.co/eSiOuHSMjU

— Chris Messina �� (@chrismessina) 19 de febrero de 2017

Además, Kalanick ya había tenido problemas anteriores: fue acusado de sexista luego de declarar que, dada su posición, conseguir mujeres era fácil.

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