fuga de empresas por inestabilidad política

Más de 25 compañías se fueron de Cataluña tras el referéndum

La inseguridad jurídica que supone una posible declaración unilateral de independencia (DUI) de España impulsó que en los últimos días seis de la siete firmas catalanas del Ibex 35 cambiaran su sede, hacia otras regiones españolas.

La salida de compañías de Cataluña va "in crescendo" ante el clima de inestabilidad que genera una posible declaración unilateral de independencia (DUI), que podría suceder hoy. Hace apenas unas horas, empresas del Ibex 35 como Colonial, Abertis y Cellnex se sumaron al grupo de firmas que dejaron Cataluña para huir de la inestabilidad en la que podría caer la autonomía si el gobierno de Carles Puigdemont declara la independencia.

El martes pasado comenzó el goteo, ahora imparable, de empresas que anuncian su salida de esta comunidad por miedo a un desenlace que afecte de lleno a sus finanzas.

Esa tendencia se aceleró después de que el viernes, el gobierno central aprobara un decreto ley para facilitar que las firmas que quieran trasladar su domicilio social lo hagan sin que la decisión requiera la aprobación de la junta de accionistas de la compañía.

El argumento que la mayor parte de las empresas esgrime es que se trata de un movimiento estratégico para proteger los intereses de sus accionistas, clientes y empleados. Muchas de las empresas tratan de vestir su decisión aludiendo a que el recrudecimiento del conflicto catalán no ha tenido un impacto directo en su decisión, pese a que ambos factores han coincidido en el tiempo.

Tras el referéndum, la primera empresa que anunció su traslado a Madrid fue la biotecnológica Oryzon Genomics, hace una semana, "con el fin de optimizar sus operaciones y la relación con sus inversores". El mercado la aplaudió y al día siguiente sus títulos se dispararon cerca del 13%.

Le siguió el operador de telecomunicaciones Eurona aunque según reconoció que hacía un año ya que evaluaba mudarse. Adujo que sería un movimiento estratégico para continuar su internacionalización. Sus títulos, que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), se dispararon un 7,24% al día siguiente del anuncio.

Luego fue el turno del distribuidor odontológico Proclinic Expert, aunque no explicó el motivo de su decisión.

Pero la verdadera alarma del que se podría definir como un éxodo de las empresas catalanas saltó el jueves pasado, con las noticias llegadas del sector bancario. Fue cuando Sabadell convocó para la tarde de forma extraordinaria a su consejo para tratar la posibilidad de salir de Cataluña. El veredicto no se hizo esperar y poco antes de las 20:00 la compañía ya había decidido su traslado a Alicante.

La entidad presidida por Josep Oliu trató de dejar claro que "continuará desarrollando con absoluta normalidad su actividad en todos los territorios en los que está presente". Asimismo, explicó que el traslado del domicilio social "no comporta movimiento de empleados" y que tomó esta decisión "para proteger los intereses de nuestros clientes, accionistas y trabajadores", según indicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sus títulos reaccionaron a esta información con subidas superiores al 6%.

La textil catalana Dogi acordó iniciar los trámites para trasladar su domicilio social a Madrid, a fin de "optimizar sus operaciones y la relación con sus inversores" y sus títulos repuntaron un 6,9%.

Tras la decisión de Sabadell de aprobar el cambio de su sede a Alicante, el siguiente en dar un paso de esta trascendencia fue Gas Natural Fenosa. El consejo de administración del grupo gasista decidió trasladar su sede social de Barcelona a Madrid de "forma temporal", y en un comunicado remitido a la CNMV, la empresa señaló que la decisión está relacionada con la "inseguridad jurídica" derivada de la situación política en Cataluña.

La salida de Sabadell de Cataluña fue secundada por otro gran banco, CaixaBank. El grupo que preside Jordi Gual dijo que el consejo de administración de la entidad aprobó, en una reunión extraordinaria, trasladar su sede social a Valencia, y señaló que tomó esta decisión para proteger a "sus clientes, accionistas y empleados".

Entre el viernes y ayer, le siguieron las empresas Service Point (a Madrid), el Banco Mediolanum propiedad del italiano Grupo Bancario Mediolanum (a Valencia), la compañía especializada en el asesoramiento a profesionales Arquia Banca (a Madrid), Fundación Bancaria La Caixa y Criteria (a Palma de Mallorca). También Agbar, la Sociedad General de Aguas de Barcelona (Sgab) que preside Ángel Simón y opera con la marca Agbar (a Madrid), que se ocupó de recalcar que es un "traslado temporal" que tiene "el fin de preservar la seguridad jurídica de los inversionistas". La empresa es filial al 100% del grupo francés Suez y está considerada el líder del sector de la distribución de agua potable en España.

El grupo de estaciones de servicio Ballenoil trasladará su sede a Madrid, al igual que el fabricante y distribuidor de papel Torrespapel perteneciente al Grupo Lecta, y SegurCaixa Adeslas, integrada en Grupo Mutua Madrileña. Lo mismo harán la compañía especializada en certificación y notificación electrónica Lleida.net, mientras que Pesa, filial de Copasa, se mudará a Santiago de Compostela.

Ayer, el consejo de administración de CaixaBank aprobó el cambio de sede de sus filiales de seguros, pensiones y fondos. La aseguradora VidaCaixa y la gestora CaixaBank AM decidieron cerrar sus respectivas sedes sociales en Barcelona y trasladarlas a Madrid. También se decidió el traslado de Abertis, de la inmobiliaria patrimonialista Colonial, la compañía de mensajería urgente MRW y la sociedad de valores GVC Gaesco, así como la compañía odontológica DVD Dental que pertenece al grupo francés FSH.

Otras que se trasladarán son la cervecera San Miguel, la gestora independiente de activos Trea Asset Management y Cellnex, cuyo accionista mayoritario es Abertis.

También hay compañías que estudian o contemplan evaluar su salida de Cataluña, como el grupo de seguros Catalana Occidente, la compañía automovilística Seal con sede en Martorell, la automotriz Nissan, la compañía bodeguera Freixenet

y la empresa familiar más antigua del país nació en 1551, Codorníu. "Esperamos no tener que llegar a ello, pero si se produjese la declaración unilateral de independencia, es una opción que ya nos hemos planteado por responsabilidad empresarial", aseguró la compañía en un comunicado. Codorníu reconoció una vez más que se considera una compañía "catalana y también española", y lamentó que, en ocasiones, se haya vinculado a Codorníu con el independentismo sin que la empresa tenga nada que ver en este proceso político ni en ningún otro. "Lo hemos desmentido por activa y por pasiva", explicó

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