El aliado tecnológico

Los simuladores y juegos de negocios se utilizan cada vez más como herramientas amigables. Cómo medir el ROI.

Al pensar en la formación de sus ejecutivos, las empresas buscan flexibilidad, innovación y efectividad. La educación ejecutiva debe evolucionar sobre estas tres variables.
Cuando decimos que las empresas buscan flexibilidad, nos referimos en un sentido amplio. Buscan que la educación permita al participante aprender en formatos amigables, que considere en su diseño los tiempos directivos actuales, que pueda combinar encuentros presenciales y participación en ambientes virtuales. Formatos que se adapten a los tiempos que corren. En definitiva, una educación mediada por tecnología. Los grandes programas presenciales van perdiendo protagonismo frente a estos formatos combinados.
Por otro lado, la flexibilidad es importante también en los programas a medida o formación in company. En este caso, se refiere al diseño de la formación de acuerdo a la concreta necesidad de la empresa y a la adaptación de los conceptos, competencias y herramientas de gestión atendiendo a la cultura, los valores y las líneas estratégicas de la compañía.
Las empresas valoran cada vez más la utilización de herramientas sofisticadas y a la vez amigables para educar. Los simuladores y juegos de negocios están cada vez más presentes en los programas de educación ejecutiva. Se enfocan, de una manera lúdica, en el desarrollo de las capacidades de resolución de problemas y toma de decisiones en tiempo real. Es una tendencia que está en constante evolución y crecerá significativamente en los próximos años.Impacto en los resultadosCuando decimos que las empresas buscan efectividad, queremos decir que desean conocer cuál es el impacto real que la formación tendrá en sus ejecutivos y en los resultados de la compañía. El retorno de la inversión es importante. La medición de impacto es compleja y las casas de estudios están en permanente búsqueda de establecer variables de medición. Se utilizan variables cuantitativas y cualitativas, desde la simple encuesta de satisfacción académica y el servicio, hasta la compleja medición de la contribución real en el Ebitda del negocio.
Una investigación internacional de Marie Eiter y Robert Halperin, impulsada por Unicon, revela que más del 70% de los encuestados considera que las empresas dan importancia a la medición del impacto a la hora de contratar educación ejecutiva. Algunas escuelas de negocios argentinas están comenzando a implementar sistemas sofisticados de medición de impacto y eso las posicionará mejor de cara al futuro.
Vinculando la efectividad con el retorno de la inversión, una de las variables que aparece es el costo de servir en los programas de educación ejecutiva. El desarrollo de programas mediados por tecnología, sean completa o parcialmente virtuales, permite ahorros muy significativos a compañías con mucha dispersión geográfica, asegurando una gran reducción de viajes y estadías y simplificando la coordinación de agenda de los ejecutivos.
Aquellas escuelas de negocios que evolucionen con foco en la flexibilidad, la innovación y la medición de la efectividad de sus programas estarán mejor preparadas de cara al futuro y, en definitiva, serán más sustentables.
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