La crisis en el sector minero de Perú frena nuevas inversiones

Luego de dos años de disputa con las comunidades locales y con el anuncio del sindicato de mineros peruano del inicio de una huelga por tiempo indeterminado, la compañía Southern Cooper decidió hacer una pausa de 60 días del proyecto Tía María, con la intención de lograr absolver las dudas de la población y obtener la licencia social.
La minera, que ya realizó inversiones de alrededor de u$s 348 millones, espera poder desembolsar los u$s 1.400 millones que estima costará el proyecto.
En enero pasado, el principal accionista Grupo México, anunció en su reporte trimestral que Southern hizo estas inversiones para lograr el equipo para molienda y trituración del mineral en Tía María.
Incluso se afirmó que este proyecto minero generará 3.500 empleos en su fase de construcción y 600 directos y 2.000 indirectos cuando esté en funcionamiento.
La empresa matriz detalló que tendrá una capacidad para producir 120.000 toneladas anuales de cátodos de cobre.
Ricardo Juárez, presidente de la Federación de Trabajadores Mineros al anunciar la huelga nacional por tiempo indefinido en demanda de mejoras laborales y del cumplimiento de convenios colectivos, señaló que "Los trabajadores mineros estamos cansados del abuso, queremos mejores condiciones de trabajo para los mineros, que se cumpla con los convenios colectivos y un decreto supremo que autoriza los ceses colectivos".
Entre otras demandas de los trabajadores figuran la eliminación de un tope al reparto de utilidades y la aplicación de una norma que regule a las empresas "tercerizadoras" que brindan servicios con personal externo a las firmas del sector.
La ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, afirmó que Southern Copper debió hacer mayores esfuerzos, a los exigidos por Ley, para "socializar" el proyecto minero Tía María.
"La responsabilidad no es solo del Estado, únicamente. Aquí, la gran responsable de que la situación haya escalado a estos niveles es la empresa", afirmó la ministra.
La ministra reiteró que la empresa cumplió, formal y jurídicamente, con todos los requisitos para ejecutar el proyecto Tía María, pero le faltó mejorar la relación con la población arequipeña.
"Más allá de que haya cumplido con todas las formalidades, con todos los antecedentes, debió ir más allá de la ley y convertir a la población en su socio estratégico", afirmó.
"En proyectos extractivos de largo aliento como proyectos de minería y petróleo, lo que las empresas en general tienen que tener claro es que tienen que actuar con la comunidad como un socio estratégico", manifestó Ortiz.
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