Entrevista

Tomás Escobar habla de Cuevana y Acámica, su nuevo proyecto educativo

El emprendedor habla sobre su nueva plataforma de enseñanza y comenta cuál es el estado actual del sitio de streaming de películas. 




Hace un año, para comunicarse con él había que recorrer escenarios dignos de una película de James Bond. Hoy, las aguas se tranquilizaron. Tomás Escobar, es uno de los nombres detrás de uno de los proyectos de Internet que más resonaron en el último tiempo en la Argentina: Cuevana.

Sin embargo, tras las dificultades que afrontó al desarrollar el sitio de streaming de películas y series, el emprendedor argentino vuelve a trabajar en el mundo online con un nuevo proyecto. Se trata de Acámica, un proyecto educativo realizado junto a Juan Badino, Gonzalo Orsi e Ignacio Puig Moreno que ya forma parte de los start ups incubados por Wayra.

Según Escobar se trata de “una plataforma de microaprendizaje online enfocada en los trabajos del mañana”. El objetivo es renovar el método de enseñanza que se ejerce actualmente en las universidades a través de cursos en línea. Sobre todo, enfocado en lo que son los trabajos relacionados al mundo informático: desarrollo de sitios web, aplicaciones y juegos, entre otros. “Hoy la facultad no es lo suficientemente dinámica. Creemos que se enseña en formas muy tradicionales y que no se involucró mucho a la tecnología en este área, cosa que en otros campos, como la medicina por ejemplo, sí. Estamos trabajando para cambiar eso”, sostuvo el desarrollador ante Infotechnology.com.

Acámica propone que en lugar de pensar en estudiar una carrera y luego elegir una especialidad, sea a la inversa. “En vez de decir yo voy a ser ingeniero y después me fijo que hacer. Acá la idea es al revés, primero persigo mi objetivo y voy adquiriendo conocimientos que me lleven a concretarlo”, comentó.

¿Cómo van a dictarse los cursos online?
En lo que es la parte teórica será en video, pero es entretenido, no es un profesor mirando a la cámara y listo, todo se da con algo interactivo. En la plataforma también se va a poder programar y se te va a ayudar. Van a ver quiz interactivos y estamos apostando mucho a mobile, que si bien hoy no está, tenemos muchas herramientas de aprendizaje innovadoras que van a causar mucho impacto. Por ejemplo, el usuario no va a querer programar en una tablet o un teléfono, pero sí aprender un ejercicio. Nosotros te damos líneas de código desordenadas y el usuario tiene que ordenarlas. Se piensa que se está jugando, cuando también se está aprendiendo a la vez.

¿Cómo es el modelo de negocio de la plataforma?
Actualmente los cursos que hay son gratuitos y los que yo voy a estar dando también son sin costo para el usuario. También van a haber pagos, pero agresivamente baratos. En otros lados se están vendiendo entre 30 y 50 dólares. En Acámica serán de entre 1 y 10 dólares.

¿Cuántos usuarios tiene la plataforma actualmente?
Tenemos 5000 usuarios y lo logramos sin ninguna estrategia de marketing aún porque estamos armando la plataforma y los primeros cursos.

¿Cuánto dinero tuvieron que invertir para realizar la plataforma?
 En un principio, fue una inversión privada nuestra muy chica y ahora con Wayra nos incubamos con US$ 50.000 y estamos por salir a la primera ronda de inversión de US$ 450.000.

¿Tuviste algún problema o fue más complicado ingresar a Wayra sabiendo que eras el creador de Cuevana?
Fue más bien lo contrario. Me decían “Que bueno tenerte acá, que te interese estar acá”. Creo que eso más que complicar ayudó. Confían en lo que puedo hacer y en el equipo con el que estoy.

¿Cuál es el estado de Cuevana hoy?
Todavía soy parte de Cuevana, pero por ahora está tranquilo. Está más bien manteniéndose estable. Hoy contamos con 10 millones de usuarios únicos por mes.

¿Pensás en vender el sitio?
La verdad no estoy pensando en vender, no descarto ninguna opción. Pero antes me ofertaron y decidí no venderla. Las propuestas no favorecían al usuario.

Con Acámica vas a volver a tener repercusión nuevamente, ¿creés que deberías haber tenido menos exposición el año pasado?
La exposición se dio en cada momento. Fueron decisiones que se tomaron en ese entonces y no me parece que estuviesen mal. Después decidí no aparecer más, por una cuestión de salud mental casi, estaba en un mal momento.
 

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