BACHELET VISITÓ LA ZONA AFECTADA Y LA DECLARÓ EN EMERGENCIA

Tras el terremoto y el tsunami que dejaron 11 muertos, Chile intenta volver a la normalidad

Los evacuados, que sumaron un millón, ya retornaron a sus casas, aunque muchas están en ruinas. El gobierno reasignó fondos. EE.UU., Argentina y Bolivia ofrecen ayuda

Miles de chilenos intentaban ayer recuperar sus pertenencias entre las ruinas de las viviendas y comercios derribados por un fuerte terremoto que dejó al menos 11 muertos, con decenas de réplicas y un posterior tsunami que obligó a evacuar a un millón de personas.
Las autoridades intentaban dimensionar la extensión del daño del sismo de magnitud 8,3 registrado el miércoles alrededor de las 20 frente a las costas chilenas, que generó olas de hasta cuatro metros que inundaron localidades costeras en medio de la noche.
Cerca del epicentro del terremoto, en el pueblo de Illapel, casas de adobe derrumbadas contrastaban con las banderas que decoraban las calles para festejar hoy el Día de la Independencia del país.
Los fallecidos ascendieron a 11, de acuerdo al último reporte. La mayoría murió por el derrumbe de estructuras. Hay, además, 610 albergados y 526 viviendas dañadas, en su mayoría en la región de Coquimbo, a unos 400 km. al norte de Santiago. Esta región fue declarada bajo estado de excepción constitucional de emergencia, tras una visita de la presidenta Michelle Bachelet a la zona.
La Unión Europea y varios países como Estados Unidos, Argentina y Bolivia, se solidarizaron con la situación chilena y ofrecieron ayuda humanitaria al gobierno.
El terremoto, que duró unos cuatro minutos y ha sido el de mayor magnitud del mundo en lo que va del año, tuvo su epicentro a casi 230 kilómetros al noroeste de Santiago pero se sintió en lugares tan lejanos como Argentina e incluso Brasil.
El tsunami que le siguió castigó particularmente al puerto de Coquimbo, que tuvo que cerrar sus operaciones por los daños. Varios barcos pesqueros quedaron regados sobre una avenida como fichas de dominó.
La alerta de tsunami en toda la costa que luego fue levantado motivó la evacuación hacia sectores altos de un millón de personas, sin mayores complicaciones en todo el territorio nacional. Transcurridas pocas horas todos habían regresado a sus hogares.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dijo que aún es prematuro evaluar los daños económicos, pero comprometió la reasignación de recursos para enfrentar la tragedia.
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