MIT Technology Review

La máquina para imprimir músculos

 Organovo creó un equipo 3D que crea tejido humano que puede ayudar a acelerar el descubrimiento de drogas. 




En una pequeña habitación de las oficinas del start up Organovo, en la ciudad de San Diego (Estados Unidos), Chirag Khatiwala está construyendo una pequeña capa de músculo humano. Él inserta un cartucho con células musculares especialmente preparadas en una impresora 3D, que luego las deposita en líneas uniformes en una placa de Petri. Esta forma les permite a las células crecer e interactuar hasta formar un músculo que funciona y que es casi imposible de distinguir de algo removido de un cuerpo humano.



Esta tecnología podría solucionar una necesidad crítica. Muchas drogas potenciales que pueden ser prometedoras cuando son probadas en muestras y animales fallan en las pruebas clínicas, porque tanto las muestras como los animales son muy diferentes del tejido humano. Pero como el producto de Organovo es tan parecido al cuerpo de una persona, podría ayudar a los investigadores a identificar drogas que darán buenos resultados mucho antes de que alcancen las etapas de pruebas clínicas, lo que ahorraría a los laboratorios miles de millones de dólares. Hasta ahora, la compañía ha construido tejidos de diversos tipos, incluyendo corazón, pulmones y vasos sanguíneos.




A diferencia de otras estrategias experimentales que utilizaron impresoras de inyección de tinta para depositar las células, la tecnología de Organovo permite que las células interactúen unas con otras de la misma forma que sucede en el cuerpo humano. Son empaquetadas juntas e incubadas, lo que genera que se adhieran entre sí e intercambien señales químicas. Cuando son impresas, se quedan juntas, lo que ayuda a que crezcan, migren y se acomoden por sí solas de la manera correcta. Las células musculares, por ejemplo, se orientan en la misma dirección para crear un tejido que se puede contraer. Hasta ahora, Organovo sólo ha producido pequeñas piezas de tejido, pero su objetivo es utilizar su impresora 3D para crear órganos completos para transplantes. Y como esos órganos podrían ser generados con células del propio paciente, representaría un peligro menor de rechazo por parte del cuerpo.

Organovo planea financiar su investigación con las ganancias que provengan del negocio de imprimir tejidos para apoyar los desarrollos farmacéuticos. La compañía está llevando a cabo experimentos para probar que su tecnología puede ayudar a investigadores a detectar más temprano la toxicidad de una droga, y está cerrando acuerdos con empresas como el gigante Pfizer.

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