Gestionar las horas extra con eficacia

Utilizadas como último recurso ante situaciones límite, las empresas deben llevar un registro. Mientras, para muchos empleados, el tiempo suplementario trabajado puede significar un plus difícil de abandonar.

1 Máximo por ley
"El Decreto 484/2000 establece un máximo de horas extras que puede realizar un trabajador, con un tope de 30 horas mensuales y 200 anuales", explica Rubén Barasch, director de la Licenciatura en Recursos Humanos de UADE. Diego Ortiz, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Palermo, recomienda a los empleadores no perder de vista el carácter excepcional de las horas extraordinarias, dado que la habitualidad en el pago y su liquidación por un período prolongado hará que éstas formen parte de la base de cálculo en caso de un eventual despido. "Ningún empleado está obligado a realizar actividad tras su jornada normal, salvo que la firma corra peligro o fuerza mayor, haya sufrido un accidente o por exigencias excepcionales de la economía nacional o de la empresa", detalla Paula Quiroga, consultora en RR.HH. de Giham Comunicación.

2 La mirada de un supervisor
Cada empresa deberá fijar los mecanismos por los cuales autoriza la realización de horas extras, dice Barasch. Generalmente, se requiere la firma del supervisor que solicita las horas suplementarias, justificando el motivo. Luego, habrá otra instancia que efectúa la autorización. "Los empleadores deben considerar que es obligatorio llevar un registro de horas extraordinarias", explica Ortiz. "Es probable que haya mecanismos de rotación, para evitar discriminaciones entre el staff y mal clima laboral, salvo que, por las circunstancias del trabajo y las habilidades del trabajador, se justifique la distinta carga horaria", agrega Barasch.

3 Los límites
Para Carlos Contino, socio de CONA Consultora en RR.HH., las causas más frecuentes de horas extras son el ausentismo por encima de los porcentajes normales y la falta de planificación en la producción y logística. La empresa tiene herramientas de gestión para minimizarlas. Si no hay modo de eliminarlas, hay que incorporar personal. "Las firmas ahorrarían dinero si evaluaran sus sistemas y los hicieran más eficientes. Prevenir errores del sistema agiliza los procesos y reduce los costos devenidos en los pagos de las horas extras", dice Quiroga.

4 Planificación y ejecución
"Definir el volumen y el momento de fabricación de los productos, estableciendo un equilibrio entre la producción y la capacidad a los distintos niveles, es necesario antes de determinar cuántas horas extras estaremos necesitando para alcanzar la producción deseada", señala Quiroga. "La planificación debe abarcar todos los niveles y en todas las funciones de la empresa", agrega. Para Barasch, es responsabilidad del empleador organizar la actividad de su empresa de modo que el trabajo se realice en la jornada normal.

5 Luces rojas
Ortiz advierte que la realización de horas extras está prohibida en los siguientes casos: a) el contrato de trabajo a tiempo parcial, es decir, cuando la jornada es inferior a las dos terceras partes de la jornada normal; y b) cuando se trata de un trabajo desarrollado en ambiente insalubre. Para el contrato de trabajo a tiempo parcial, por ejemplo, media jornada, la realización de horas extraordinarias implica que el empleador deberá pagarle al trabajador la remuneración como si se tratase de un contrato a tiempo completo. "La extensión de jornadas, más allá de las ocho horas crea situaciones de inseguridad por fatiga y falta de atención en los procesos", finaliza Contino.

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