GyL Enterprise

Los fabricantes de merchandising que ya palpitan el Mundial en Brasil

Fabián Grynberg y Jorge Lebendiker son socios desde que comenzaron vendiendo gorros de lana. Hoy, proveen a la industria publicitaria gorros y mochilas, entre otros. Facturan $ 26 millones.

E n 1992, las cinco máquinas para hacer gorros de lana, que tenía Fabián Grynberg y un aporte de alrededor de u$s 20.000, de Jorge Lebendiker, forjaron el comienzo de una sociedad que, hoy, se materializa en GyL Enterprise, fabricante y proveedora de artículos como gorros, remeras y bolígrafos para publicidad y merchandising.
La firma, que facturó $ 26 millones en 2013, tiene dos tipos de clientes: empresas que compran productos lisos (y luego se encargan de estamparlos) y las compañías que ya solicitan los productos con su logo.
No tenemos vendedores, solo personal que toma y despacha pedidos, dice Fabián Grynberg, presidente de la compañía, que tiene una venta equilibrada durante todo el año gracias a los 6.000 clientes activos repartidos en todo el país. Sin embargo, un año electoral o eventos como el Mundial de Fútbol mueven el amperímetro. En este último caso, el evento deportivo más sobresaliente del año generará hasta un 15% de las ventas de la firma en solo dos meses, explica Grynberg, quien trabajó con clientes como Carrefour y el Banco Provincia.
La suerte quiso que los gorros de lana que iniciaron la sociedad se pusieran de moda poco después. Trabajábamos las 24 horas, importamos bufandas de Uruguay y guantes de un proveedor marplatense, relata Lebendiker. A los seis meses de comenzar, la demanda fue tan grande que a los clientes les regalábamos el café para que esperaran en un bar cercano, agrega.

Todo es historia
Un error fue el clic para el cambio. Importamos un container repleto de gorros pero llegaron lisos, sin ningún detalle. Entonces, salimos a venderlos al mejor postor. Así, dimos con un bordador que tenía que hacer una campaña para Marlboro y necesitaba medio contenedor, explica Grynberg. Fue entonces, que notaron la dimensión de la categoría de publicidad y merchandising y un nicho por explotar.
Las AFJP fueron sus primeros grandes clientes con pedidos de hasta 20.000 gorros. Después, llegaron las remeras, los buzos, los bolígrafos y la marroquinería, entre otros productos. Con los años nos convertimos de una empresa de producción en una de logística, que se capitalizó con enormes cantidades de stock para responder rápidamente a cualquier tipo de demanda, asegura Lebendiker, que tiene una planta de 3.000 m2 en Parque Patricios. Además, invertimos $ 50.000 por mes en alquilar depósitos repartidos por la Capital Federal, agrega Lebendiker.
En los '90, los ingresos de GyL estaban equilibrados entre producción local e importaciones desde el sudeste asiático y Brasil. En septiembre de 2001, anticipándose a la crisis, cobraron todos los cheques en dólares y saldaron sus deudas de cuenta corriente con los importadores brasileños, olfateando que algo raro sucedería. Superamos la crisis con deuda cero y un alto nivel de materia prima, comenta uno de los socios. En ese contexto, y después de seis meses de una economía parada, observamos que el valor de las cosas apenas representaba el 30% del precio internacional, entonces compramos más materia prima, que en pocos meses pegó un salto en sus valores de hasta un 300%, detalla. A su vez, acordaron con los 20 empleados que tenía en ese momento, una reducción en las horas de trabajo, pero sin suspensiones ni despidos.
Después de reducir a un 20% los ingresos con respecto al año previo a la crisis, la recuperación encontró a G&L Enterprise bien parada y como una de las pocas que podía abastecer la renaciente demanda.
El año pasado, la firma invirtió u$s 500.000 en maquinaria proveniente de China y Brasil, que produce hasta 10.000 unidades por día. Si bien no reemplaza el producto chino, garantiza altos volúmenes de producción, que antes se hacía manualmente. Además, permite mejorar la calidad de los productos que suelen solicitar desde el sector de merchandising, señala Grynberg, que aprovechó las líneas financieras con tasas preferenciales pymes y apeló a la reinversión de utilidades para concretar la inversión, poco después de haber pensado en liquidar la empresa (ver recuadro).
Este año los socios, que llegaron a cumplir con pedidos superiores al millón de unidades en tiempo y forma, proyectan crecer acompañando la tasa de inflación, es decir, al menos de un 30%.
Facundo Sonatti
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