LAS ENTIDADES M S PEQUEÑAS TIENEN DIFICULTADES PARA SOBREVIVIR

Nuevas normas regulatorias jaquean a los bancos suizos

La gran ventaja que tradicionalmente atraía clientes se está diluyendo porque las instituciones se ven obligadas a revelar información sobre los titulares de las cuentas

En 2013, Banque Cramer sabía que estaba en problemas. Administrando sólo 2.000 millones de francos suizos de sus clientes, la entidad de banca privada suiza de 300 años de historia era demasiado chica para enfrentar los cambios que arrasaron su sector.
Las exigencias regulatorias adicionales estaban subiendo los costos. Las grandes ventajas que tradicionalmente ayudaron a los bancos suizos a atraer clientes se estaban diluyendo porque las instituciones se veían obligadas a revelar información sobre los titulares de las cuentas.
Banque Cramer se la jugó, hizo la primera de dos adquisiciones mediante un acuerdo en el que su familia fundadora cedió parte de la propiedad. Los activos que ahora administra el banco apenas superan los 5.000 millones de francos suizos pero Christian Grütter, su CEO, cree que sigue siendo demasiado pequeño. "Hay que pasar los primeros 15.000 millones de francos suizos para estar cómodo y resistir mejor los cambios regulatorios", aseguró.
El dilema de Banque Cramer no es exclusivo de esa institución. Si bien UBS y Credit Suisse, los dos bancos suizos más grandes, tienen activos de clientes por 1 billón y 860.000 millones de francos suizos respectivamente, hay en Suiza más de 100 entidades de banca privada con activos inferiores a 15.000 millones de francos suizos.
"El mercado todavía está subestimando el cambio", aseguró Stefan Jaecklin, consultor de Oliver Wyman que trabaja para el segmento de banca privada en Zurich. "De los 280 bancos [en todo el mercado suizo] todavía hay una gran cantidad que todavía no sé cómo podrán tolerarlo, y ellos tampoco."
Irónicamente, los expertos sostienen que el mercado de banca privada suiza todavía no se achicó debido a las constantes investigaciones sobre denuncias por supuestamente haber ayudado a clientes a evadir impuestos. La mayoría de las entidades todavía tiene que resolver cuestiones fiscales con Estados Unidos.
"Habríamos visto muchas más operaciones si no hubiéramos tenido este tema con Norteamérica", aseguró un asesor en finanzas corporativas con sede en Zurich. "Todo el sector tiene una enorme exceso de capacidad... La mayoría de las instituciones extranjeras en principio tomaron la decisión de irse del mercado suizo. Lo único que se preguntan es cómo y cuándo".
Los desafíos del sector son ampliamente conocidos. Georg Schubiger, ex director operativo de Danske Bank, se unió a Vontobel en 2012 y contó que el presidente de ese banco mediano, que ahora tiene 98 años, le asignó tres tareas: recuperar la rentabilidad, lograr que el negocio vuelva a crecer y "crear una propuesta de valor en el nuevo mundo".
Los bancos más grandes de Suiza, que cada vez más miran a la banca privada como un impulsor de ganancias, ponen exagerado énfasis en su capacidad de crear productos en sus bancos de inversión o unidades de gestión de activos y los venden. "En las áreas que nosotros decidimos competir, somos fuertes", aseguró Schubiger.
Según él, Vontobel se mantuvo alejado de la manipulación de las tasas de interés, del lavado de dinero y otros escándalos que atraparon a muchos bancos más grandes. "Nuestro banco tiene 91 años; tiene los mismos accionistas desde entonces", contó. "Los entrepreneurs adoran eso. La gente con dinero en Asia son personas que han armado compañías. No quieren recibir servicios de accionistas anónimos" aseguró.
Frédéric Rochat, director de Lombard Odier, una entidad mediana, asegura que los clientes provenientes de mercados emergentes que buscan estabilidad todavía recurren a la banca privada suiza. La calidad de servicio "hecho en Suiza" sigue siendo una ventaja competitiva, agregó.
Sin embargo, los bancos suizos deben ser más selectivos con los mercados emergentes a los que apuntan. "Hay que entender cuándo uno tiene permitido llamar a clientes de una jurisdicción en particular, cuándo y cómo uno está autorizado a asesorarlos".

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