EL SUPERCICLO DE LAS MATERIAS PRIMAS EST LLEGANDO A SU FIN

Surgen dudas sobre la solidez de los cimientos económicos de Chile

El mayor crédito al consumo y las reformas políticas ponen signos de interrogación en cuanto al futuro de la economía chilena que se benefició de la voraz demanda de China

De todos los relucientes rascacielos que han surgido en las prósperas avenidas del distrito comercial de Santiago, ninguno genera más orgullo entre los chilenos que la Gran Torre, un tótem de 300 metros de alto que representa el éxito económico de su país.
Pero así como el edificio más alto de Latinoamérica se encuentra en uno de los países del mundo más susceptibles a tener terremotos, también surgen dudas sobre la solidez de los cimientos económicos de Chile que por mucho tiempo fueron considerados la base sólida de lo que hoy es una de las economías mejor manejadas del mundo.
Aunque el mayor productor mundial de cobre acumuló considerables fondos de riqueza soberana, gracias a la voraz demanda de China, algunos temen que el auge de consumo que registró Chile durante la última década esté por terminarse junto con la finalización del superciclo de las materias primas.
Además, las empresas disminuyeron sus inversiones porque temen a las ambiciosas reformas de Michelle Bachelet, la presidenta de centroizquierda que regresó al poder en marzo después de haber dejado de serlo hace cuatro años. Algunas de ellas son subir los impuestos corporativos de 20 a 25% para financiar la educación gratuita universal y eliminar exenciones fiscales para las compañías.
Walter Molano, economista en jefe de BCP Securities, cree que en Chile se está formando una burbuja de crédito al consumo tras un crecimiento anual sostenido de dos dígitos en préstamos al consumo. Advirtió que se trata de escenarios similares al de EE.UU. en 2008 o Grecia en 2010, en los que se destacan los préstamos con problemas de recupero, quiebras de bancos y hasta nacionalizaciones.
Todo va a terminar en lágrimas, aseguró Molano, refiriéndose a la cantidad de centros comerciales nuevos se triplicó el número en los últimos tres años y a flotas de autos de alta gama como Bentley y Maserati en los barrios elegantes de Santiago. La pregunta es cuándo, agregó asegurando que los problemas surgirán si la Reserva Federal de EE.UU. aumenta las tasas de interés y los fondos empiezan a abandonar los mercados emergentes.
Otros analistas no son tan pesimistas. Gustavo Cañonero, director de investigación de mercados emergentes en el Deutsche Bank, dice que la penetración del crédito en Chile ha sido la mayor en Latinoamérica. En efecto, el crédito total en la economía se ha mantenido constante entre 65% y 70% del PBI durante los últimos cinco años, según las estadísticas del banco central.
Más bien, una mayor preocupación es que la inversión caiga mientras las compañías toman una actitud de espera para evaluar al nuevo gobierno, que temen tenga inclinaciones populistas, y a la vez que revisan la temperatura de la economía global, en especial el futuro crecimiento chino.
Esto está creando algunas preguntas para el futuro, comentó Cañonero, que ve un exceso de pesimismo en el sector corporativo de Chile describiéndolo como una situación peculiar pues aunque las reformas fiscales sean costosas para las empresas, en el largo plazo beneficiarían a la economía. Chile no va a estar en peores condiciones que otros países, sólo está convergiendo hacia lo que es la carga fiscal del resto del mundo, afirmó agregando que el esfuerzo del gobierno para elevar la productividad mejorando los recursos humanos a través de una mejor educación es una política decente. Si se implementa competentemente o no ya es otra cosa, advirtió.
Sin embargo, los directivos de empresas y líderes políticos de derecha critican cada vez más las reformas fiscales, con las que el gobierno espera recaudar alrededor de u$s 8.200 millones, pero que el sector privado piensa que paralizaría la inversión justo cuando la economía se está perdiendo ritmo.
Aunque el banco central revisó a la baja en marzo su pronóstico de crecimiento para 2014 a 3% o 4% de 3.75% 4.75% debido a una baja en las inversiones esperadas, el gobierno niega que la reforma fiscal vaya a afectar al crecimiento.
Hay mucha fantasía sobre este tema, afirmó Bachelet hace poco, insistiendo en que los cambios propuestos no tendrán impacto en el 95% de las pymes. Los más afectados serán el uno por ciento superior del país, los demás no.

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