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El teletrabajo aún no pasa la barrera cultural

Más allá de preferencias o comodidades, el trabajo a distancia toma fuerza de la mano del avance de las nuevas tecnologías y del ahorro que éstas pueden generar en las propias empresas locales. Sin embargo, le falta quebrar la resistencia del top managment, según un estudio.

Actualmente, por lo menos siete de cada 10 trabajadores en relación de dependencia consideran que su empleo es teletrabajable por lo menos tres días a la semana, según una encuesta realizada por la empresa Jobing, sobre una base de 200 consultados. Sobre todo, aquellos que se desempeñan en áreas administrativas, como sistemas o ventas, o en empresas de servicios como bancos o telecomunicaciones.

Sin embargo, a la modalidad todavía le cuesta despegar. Son 1,6 millones los empleados que trabajan a distancia en el país, según datos oficiales, lo que representa el 6 por ciento del total de la población económicamente activa. “De esos, la mayoría son autónomos o emprendedores. Sólo un 10 por ciento lo hace bajo relación de dependencia , grafica Fabio Boggino, socio director de la firma de teletrabajo Jobing para la Argentina y América latina. El especialista atribuye la tendencia a una cuestión cultural del top management y resalta que las nuevas generaciones de gerentes son las que lideran la aplicación.

En el último año, el teletrabajo creció cerca de un 20 por ciento. Anteriormente, en 2004 había cerca de 300.000 teletrabajadores, mientras que en 2007 llegaban a 590.000 y en 2008, a 1,3 millón. Entre las ventajas se cuenta el mayor nivel de concentración, el mayor aprovechamiento del tiempo y el menor traslado, que repercuten en una mayor productividad. De hecho, Boggino explica que las empresas que lo implementaron entre su personal, generaron un incremento del 58 por ciento de la productividad de esos empleados. Según el ejecutivo, se suma el dato que virtualmente debería convencer a las compañías: en promedio, el teletrabajo genera un 64 por ciento de ahorro sobre el costo anual que un empleado implica para una compañía. Esto se traduce en una menor demanda de espacio (metros cuadrados) y viáticos, entre otras cuestiones.

 

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