Dilma no define viaje a Davos pero confirma visita al Foro Social

El Palacio do Planalto mantiene todavía el suspenso en relación a la participación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el Foro Económico Mundial de Davos, pero en un acto de aproximación entre el gobierno y los movimientos sociales se incluyó en la agenda de la mandataria una visita al Foro Social Mundial en los próximos días.
El evento se realizará en Porto Alegre entre el 24 y el 29 de enero próximo. Las autoridades del Poder Ejecutivo lo ven como una oportunidad para que la presidenta se aproxime a los movimientos sociales y exponga la estrategia del gobierno para reducir la miseria en el país, además de reencontrar a otros mandatarios sudamericanos y reforzar ante la comunidad internacional que pretende hacer de la reunión Rio +20 un marco en las negociaciones para un acuerdo climático.
Por otro lado, Rousseff podrá exponerse a las quejas de los movimientos sociales. En los últimos meses, integrantes de las entidades que representan a los trabajadores rurales sin tierra criticaron la demora en la reforma agraria y la falta de apoyo a la agricultura familiar.
El objetivo de la administración de Rousseff es transmitir la imagen de que Brasil será el ejemplo de una economía que consigue crecer preservando el medio ambiente y promoviendo la inclusión social.
Para reducir el riesgo de resistencia de los grandes países contaminadores y la posible ausencia de jefes de Estado y gobierno que vacíen el encuentro Rio + 20, el gobierno brasileño protagonizó una embestida diplomática para promover el evento. La conferencia, que tendrá lugar en el ámbito de las Naciones Unidas, se realizará en junio.
En tanto, el Foro Social Mundial tiene como temas principales la crisis financiera global y la justicia social y ambiental. Representantes de diversas áreas del gobierno estarán presentes, y la Secretaría General de la Presidencia, organismo que actúa como puente entre el Ejecutivo y los movimientos sociales, coordina esos trabajos.
Dilma tendrá la oportunidad de dirigir algunas palabras directamente a los movimientos sociales para detallar las políticas de su gobierno lanzadas con el objetivo de terminar con la miseria en el país, con la meta de sacar de la pobreza extrema a 16 millones de brasileños hasta final de 2014.
Al menos por ahora, no está decidido el formato de participación de la presidenta. No se determinó si compartirá una mesa de diálogo y controversias con representantes de movimientos sociales, como esperan integrantes de la organización del foro, o participará solamente de su cierre.
En su primer año de mandato, Rousseff no compareció al foro. Pero como precandidata a la Presidencia por el Partido de los Trabajadores y ministra de la Casa Civil, integró la comitiva de 2010.
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