Opinión

Auralización: hacia una realidad virtual

Por Fernando del Solar Dorrego, del departamento de Ingeniería Electrónica del ITBA

El avance de la computación ha impactado en casi todas las áreas de la ciencia. En la acústica, la ciencia que estudia el sonido en todas sus formas y manifestaciones, la aparición de las computadoras personales abrió el camino para la experimentación y el análisis de campos sonoros complejos. Hoy en día, una computadora portátil equipada con una placa de sonido estandar, es suficiente para hacer mediciones de los parámetros acústicos de una sala de conciertos como el teatro Colón, por ejemplo.

La “auralización es la posibilidad de experimentar la sensación sonora de estar en un ambiente que no existe en la realidad. Una computadora es la encargada de hacernos sentir en el interior de un teatro, el habitáculo de automóvil o una cueva. Para lograr esta simulación, se debe ingresar en la computadora un modelo arquitectónico tridimensional de la sala que queremos emular. Esto se realiza con software de diseño arquitectónico como el AutoCAD. Una vez que el modelo se ingresó, con todos sus materiales y geometrías, el software de simulación acústica nos permite colocar emisores de sonido -como un parlante, un orador o una orquesta- en distintos puntos de la sala. Para realizar la auralización, se elije otro punto de la sala (que corresponde por lo general a la zona del público en el modelo, de un teatro) y se procede escuchar como “sonaría la música o el discurso en ese punto de la sala por medio de auriculares conectados a la computadora.

Actualmente, en la Argentina, estas herramientas se están utilizando principalmente para teatros, salas de concierto y situaciones en las que es necesario mantener un control muy preciso de la acústica de la sala. Un caso reciente en el que se utilizó la modelización acústica fue en la restauración del Colón, con el objetivo de preservar la espléndida acústica de la sala.

También existen otros campos en nuestro país en los que se está aplicando la acústica computacional. Uno de ellos es el de los mapas de ruido. Se trata de un mapa de una zona geográfica, como la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, en el que se pueden visualizar los distintos niveles de ruido que se esperan para cada zona, señalados con diferentes colores. Los niveles de ruidos pueden ser medidos mediante equipos como los sonómetros. Sin embargo, estas herramientas permiten una posibilidad más interesante: la de predecir cómo va a ser la distribución del ruido generado por una fuente que todavía no existe. De esta manera, antes de instalar una fábrica, una ruta, autopista o un local bailable, se puede anticipar el nivel de ruido que producirá y realizar los cambios necesarios en el caso de que supere los niveles permitidos, de manera de no afectar a los vecinos.

Otro caso de aplicación de estas herramientas, que se está realizando en la Argentina, es para la predicción del sonido de altoparlantes en vivo. El objetivo que persigue es encontrar cómo colocar los parlantes en un concierto para que cubran de la mejor manera a la audiencia, dada la geometría de la sala (o estadio) donde se hace el concierto. El fin último de la auralización es lo que se conoce como “Virtual Reality (VR). Esta técnica le permite a un usuario ingresar en un ambiente virtual y poder visualizar y oír tal como si se tratara de un ambiente real, a medida que interactúa con los objetos y lugares del ambiente virtual. Se ha usado en simuladores de vuelo u otras aplicaciones, pero se trata de un campo bastante virgen y que presenta importantes desafíos para su realización.

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