Qué tienen en común la filosofía china y los negocios de La Salada

Se trata de un fenómeno cultural, desde ya, impacta a todas las industrias, especialmente a la tecnológica.

Si existe un reino de la copia en la Argentina, de lo "trucho" (si quiere el lector), es la feria de La Salada, ubicada cerca del vértice entre la avenida General Paz y el "Camino Negro", en el partido de Lomas de Zamora. Irónicamente, la feria de las copias tiene clones que se han desperdigado en muchos puntos de la Argentina. No es, claro está, un fenómeno local. Pero sus raíces tienen un origen extraño, filosófico y chino: se trata del "Shanzai".

Originalmente significaba “pueblo de montaña y se usaba para referirse a los bandidos —referentes de un gobierno corrupto que se escondían en zonas rurales—   pero, de a poco, la palabra pasó a denominar a las copias o falsificaciones de bajo precio y calidad que se fabrican en la tierra del emperador amarillo. A modo de diccionario, a continuación, algunas definiciones extras sobre el mencionado fenómeno:

1. En su libro “Shanzhai. El arte de la falsificación y la deconstrucción en China  (Caja Negra, 2016) el filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han ofrece una definición de la utilización contemporánea del término: "Shanzhai —  indica—   es el neologismo chino que se emplea para fake (...). En China, el shanzhai abarca todos los terrenos de la vida. Hay libros shanzhai, Premios Nobel shanzhai, películas shanzhai, diputados shanzhai o estrellas del espectáculo shanzhai. Al principio, el término shanzhai se refería a los teléfonos, a falsificaciones de marcas como Nokia o Samsung que se comercializan bajo el nombre de Nokir, Samsing o Anycat . 

2. “Si una novela tiene éxito —  desarrolla Han—  , no tardan en aparecer fakes. No siempre se trata de imitaciones de nivel inferior que no disimulan su proximidad con el original. Junto a las falsificaciones manifiestas, también hay fakes que transforman el original, ubicándolo en un nuevo contexto o dotándolo de un giro sorprendente . 

3. Este fenómeno cultural, desde ya, impacta a todas las industrias, especialmente a la tecnológica. En abril de 2016, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos publicó una actualización del informe “El comercio de productos falsificados y pirateados: cartografiando el impacto económico en el que señala que la comercialización de bienes falsificados se incrementó 80 por ciento en cinco años hasta alcanzar el 2,5 por ciento de todo el comercio mundial (US$ 461.000 millones en 2013). Por supuesto, siempre según el estudio, la mayor parte de estos productos vienen desde China. Sucede que el shanzhai, allí, no está mal visto y —  de hecho—   hasta es considerado una forma de arte. Y solo basta con comprar un smartphones proveniente de aquel país: la caja se parece a una de iPhone. 

4. El desarrollo de la cultura shanzhai en la industria de dispositivos tiene su epicentro en Shenzen, una importante ciudad de la provincia de Guangdong. Sobre estos aparatos, el CEO de Alibaba, Jack Ma, ha dicho (en un documental que produjo la revista Wired) que los productos pueden ser de mejor calidad y además se venden a menores precios. 

5. Un filosófico ejemplo de cierre: en su libro, Han cuenta que en 2004 el investigador Hwang Woo-Suk tuvo toda la atención mundial con su tentativa de clonar ser humanos. Estos intentos, que encontraron muchos detractores en un Occidente cristiano y esencialista, tuvieron muchos adeptos entre aquellos cercanos a la filosofía budista. Lo que se dice un verdadero choque de civilizaciones.

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Nota publicada en la edición nº 243 (diciembre/2017) de INFOTECHNOLOGY.

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