Cómo saber cuando el smartphone ya no da más (y dos alternativas baratas para cambiarlo)

Pantallas astilladas, lento funciomaniento, cambios de brillo y poca memoria. Las claves para entender cuándo, cómo y por qué conviene más cambiar el celular.

Hoy más que nunca parece que sale un nuevo smartphone todos los días. Solo en los últimos diez meses salieron a la venta los iPhone X, 8 y 8 Plus, el Google Pixel 2 y Galaxy Note 8, entre otros. De todas maneras, un recambio no implica comprar lo último de lo último. Si bien se pueden evaluar las opciones, lo más importante es tener en cuenta los síntomas de que el teléfono ya está caducando. Un teléfono antiguo con un software desactualizado puede ser molesto, pero también, lo que es más importante, puede ser vulnerable a virus o hackeos que comprometen la seguridad de tus datos. Desde Linio, identificaron los signos que no hay que ignorar, así como el mejor momento para comprar un teléfono nuevo.

No podes descargar el último sistema operativo

Las actualizaciones son críticas para la seguridad del teléfono. La razón más urgente, y quizás la única, para obtener un nuevo teléfono inteligente es si no puede descargar nuevas actualizaciones de software. Por razones de seguridad, siempre se tiene que actualizar el teléfono al último sistema operativo disponible. Las actualizaciones a menudo solucionan fallas en sistemas anteriores que dejan el teléfono y los datos vulnerables a piratas informáticos y ataques cibernéticos.

La batería se agota a la mitad del día, incluso con una carga completa

Asegúrate de que estás cargando tu teléfono correctamente. Dejando de lado los defectos del producto, la batería del smartphone debería durar hasta un día de uso normal. Sin embargo, si el teléfono está muriendo cada vez más rápido después de una carga completa, es posible que sea hora de comprar uno nuevo o reemplazar la batería. Si el teléfono muere de repente durante el día, es una señal segura de que la batería del teléfono está en las últimas.

Las baterías de los smartphones pierden capacidad cada vez que se carga de cero a 100%. Y si cargas tu teléfono incorrectamente, tu batería solo va a durar un año o menos.

No tenés suficiente espacio de almacenamiento

Hay una razón por la cual la mayoría de los smartphones ahora vienen con al menos 32 GB de almacenamiento: cuanto más sofisticados sean los teléfonos y las aplicaciones, más almacenamiento requerirán. Los nuevos sistemas operativos y actualizaciones de software también pueden ocupar un gran espacio en el teléfono.

Básicamente, ya no es posible hacer mucho con 16 GB (o menos) de almacenamiento, a menos que nunca actualices tu teléfono, descargues aplicaciones, saques fotos o uses otras funciones nuevas. Pero en ese punto, también podrías dejar los smartphones por completo.

No podes hacer nada porque tu teléfono se traba

La falta de espacio de almacenamiento en el teléfono también lo ralentizará. Si las aplicaciones están congeladas o la pantalla táctil dejó de funcionar correctamente, puede ser momento de actualizar a un nuevo modelo. Sin embargo, antes de cambiar, conviene asegurarse de que el teléfono no funcione lentamente por otros motivos reversibles. Por ejemplo, si es un iPhone, borrar fotos antiguas e inhabilitar los efectos de movimiento son formas fáciles y rápidas de acelerar tu teléfono.

La pantalla del teléfono está tan rota que podrías cortarte los dedos

¿Cuantas veces se cayó el teléfono? ¿Tenías protector? Si la pantalla está rota al punto de que no es posible leer, quizás ni vale la pena arreglarlo. Se puede hacer un balance de como funciona el teléfono y optar por cambiarlo si hace conviene más.

Tu teléfono es una fuente constante de estrés y frustración

Los smartphones están, diseñados para facilitar nuestras vidas: las aplicaciones pueden ayudarnos a hacer todo, desde cocinar hasta limpiar. Las cámaras de los teléfonos siguen mejorando, eliminando la necesidad de llevar una réflex digital pesada. Los juegos hacen que los largos viajes diarios sean más llevaderos. Y los nuevos modelos vienen con funciones cada vez más avanzadas y geniales. Por supuesto, decidir si vale la pena invertir en un nuevo teléfono por sus características depende de vos. Y, en última instancia, mientras puedas descargar las actualizaciones de software, no hay necesidad real e inmediata de adquirir un nuevo teléfono.

Una de las mayores barreras para reemplazar un teléfono que está muriendo es el precio de un modelo completamente nuevo. Si se está preguntando si comprar o no un Motorola, un Samsung o un LG, este es el mejor momento. Con las nuevas versiones a punto de salir, los precios bajan muchísimo.

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